Un buen candidato desean los morelenses
Aunque faltan 703 días para la elección de gobernador del Estado de Morelos, los morelenses debemos estar no solo pensando, trabajando para determinar que haya una buena candidatura; sea ésta ciudadana, propuesta de un partido o de un afiliado partidista. Hasta hoy los morelenses hemos tenido la oportunidad de que nos gobiernen personas de diferentes facciones políticas, estratos sociales, ideologías y partidos políticos de cuatro colores; los rojos, los azules, los amarillos y los lilas. De diferentes estratos socioeconómicos. Con la gran experiencia que tenemos como ciudadanos sabemos quiénes pueden ser nuestros candidatos, conocemos a todos los que desean sacrificarse por el pueblo y ser el administrador estatal, sabemos de sus inclinaciones, habilidades, aptitudes. Seguramente ahora si no nos podemos dar por sorprendidos como cuando nos enviaron a un General del mero centro, aclarando que era originario de Jojutla, Morelos, pero que al momento de ser candidato a Gobernador nadie estaba seguro de ello. Es más, a la fecha no se conoce a ciencia cierta si verdaderamente es oriundo de aquel municipio morelense.
Hoy de algo estamos seguros. Todos, o bueno, casi todos deseamos que sea un o una morelense quien nos gobierne. Que se conozca que tiene sus raíces aquí, que ama al Estado de Morelos, que quiere a su gente, que trabaja aquí. Que invierte y que le duela si algo le sucede a los morelenses. Ya en otras entregas anteriores, hemos analizado un tanto a los personajes que están prestos para ello. Los ánimos se caldean cuando el mismo gobernador emite declaraciones con respecto a las candidaturas de Morena. De inmediato los dirigentes estatales de ese partido emiten sendas declaraciones en rueda de prensa y boletines entregados a periodistas en donde aseguran que solo a su organización morenista le corresponde elegir a los candidatos. Cosa que solo ellos se la creyeron, porque en realidad las candidaturas las decide el presidente de la república, al más viejo estilo de aquel partido en su momento hegemónico, es decir, el PRI. Así que no nos resulte una sorpresa que el actual gobernador pueda imponer a su candidato. Si es así, tienen a Ulises Bravo Molina, quien es hermano de Cuauhtémoc, y que, si de aparecer en la escena política se trata, ha estado al lado de su hermano desde que gobierna, para influir en las decisiones estatales. O sea, un desconocido no es. Y al presidente de la república le genera más votos Cuauhtémoc Blanco que cualquier otro personaje político. Hasta de candidato a la presidencia seguramente lo estará considerando. O para Senador, mínimo a una diputación federal. Pero el presidente lo considera dentro de sus cartas fuertes. Eso hace temblar a más de uno de los que quieren ser. Porque el ídolo americanista puede lograr lo que declara, de decidir quién será el próximo candidato de Morena. Otro calambre causado esta semana es el nuevo nombramiento que hace el presidente al morelense Rabindranath Salazar Solorio, quien, si existiera el derecho de corresponderle una candidatura, él estaría en el primer lugar de la fila. Sin embargo, el nombramiento causa más incertidumbre que alegría, porque después de ser el subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, o sea uno de los seis subsecretarios, responsables directos de atender asuntos que le conciernen al presidente de la república, donde vimos a un Rabin viajando a largo y ancho de todo el país, representando a AMLO, hoy es nombrado Coordinador General de Política y Gobierno de la presidencia de la República Mexicana. Un cargo que le obligará a cumplir con responsabilidades de la misma forma en toda la república. Que estará cerca del presidente, sí; pero no le permitirá estar constantemente cerca de los morelenses, como lo ha estado en los últimos meses. Entonces, eso puede ser un mensaje velado. Hay que descifrarlo.
De los demás aspirantes por Morena ni hablamos, pero si les afecta o beneficia, porque si esto es un enroque magistral, entonces estarán dejándole el camino libre a alguien para poner a su candidato. Y entonces, nadie de los que están trabajando para lograrla, la obtendrían, así venga el senador Ricardo Monreal Ávila o el Diputado Gerardo Fernández Noroña, nada valdrá venirle a levantarle al mano a alguna o alguno de los interesados en ser gobernador del Estado de Morelos.
Mientras tanto usted queridísimo lector o lectora, busque el camino para organizarse y formar unidad para elegir a un buen gobernador.
*IR