“Los Soto” y la Unión Tepito
El 3 de enero pasado, fue aprehendida “Gaby Castillo”, ex participante del programa “Enamorándonos”, en las inmediaciones de Peralvillo. Se trasladaba en una camioneta valuada en poco más de un millón de pesos y fue detenida por personal de Inteligencia de la secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina.
Casi la totalidad de los medios se fue sobre la captura de esta chica, quien además de ganarse la vida en programas de televisión, trabaja en la Comisión Federal de Electricidad, según ella misma lo comenta en su cuenta de Instagram.
El inconveniente es que la joven, de escasos 26 años, estaba a bordo de una camioneta robada y el conductor, su novio, era nada menos que José Hareff Soto, uno de los principales dirigentes de “Los Soto”, pandilla de alto impacto dedicada a timar personas en al menos, media docena de estados en todo el país, incluido Puebla.
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Los agentes encontraron 169 bolsas con crack en la unidad, además de un arma corta que traía el conductor. “Los Soto” compran autos de muy alta gama y los pagan con transferencias bancarias inexistentes y cheques falsificados o robados.
En asunto de minutos, Soto y su pareja fueron llevados al Ministerio Público 50 de la Fiscalía en la colonia Doctores, lugar apropiado para inhibir la posibilidad de que los leales de dicho personaje intentaran sacarlos a sangre y fuego.
“Gaby Castillo” es pareja de Soto, pero ya se sabía que había sido novia de uno de los máximos líderes de la Unión de Tepito, “El Lunares”, internado en el Reclusorio Norte, lo que la colocó de inmediato en el grupo de “Las novias de Tepito”, chicas que tienen cientos de miles de seguidores en Instagram.
“Los Soto” tienen operaciones en Nuevo León, Puebla, Estado de México, Morelos y la Ciudad de México.
Adicionalmente, “Gaby Castillo” fue novia de Mauricio Hidalgo, “El Pollo”, sicario de la Unión y, previamente se mencionó que había tenido una relación sentimental con Manuel Iván García Llerena, “El Pulga”, líder operativo del cártel, ejecutado el 9 de junio del 2018.
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Se cuentan al menos, media docena de muertes en ese círculo difuso de algunos participantes del programa de televisión que trasmite TV Azteca. Y, los malosos comentan al reportero que, ahora mismo, uno de “Los Soto” y su pareja tienen mucho que decir, sobre las conexiones entre el crimen organizado y la farándula.
¿No se darán cuenta directivos del medio que uno de sus programas está infiltrado por la delincuencia organizada?
Es pregunta sin maquillaje.
De las anécdotas que se cuentan
“El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que le pedirá al Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, contactar al periodista Ricardo Ravelo, quién ha señalado hostigamiento por parte de Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco”.
Así se movieron las noticias el 29 de diciembre, sobre un tema complicado. El periodista de investigación Ricardo Ravelo, especializado en narcotráfico, consideró que fue amenazado por el mandatario jalisciense.
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Ravelo ha dicho en distintos artículos que Enrique Alfaro tiene un acuerdo con Nemesio Oseguera, para que Cártel Jalisco Nueva Generación disponga de amplios márgenes de maniobra en esa entidad, sin que su fundador sea molestado.
Volcánico como es, Alfaro se lanzó contra Ravelo.
Adonde solo ellos dos saben la verdad, es en el nivel de ataques que se han propinado en línea directa y no en los medios de comunicación.
Preguntando a los expertos, éstos dicen que Ravelo mandó un mensaje cifrado al gobierno federal en un Twitt, en el que señalaba que demandaría a Alfaro en un tribunal “del mundo” y no mexicano, lo que supone una puntual desconfianza del investigador hacia las capacidades de la Fiscalía General de la República.
Llama la atención que, en menos de veinticuatro horas, Ravelo agradece la atención de López Obrador y más aún, que Alejandro Encinas maneje un tema tan espinoso, en el que no tiene experiencia real y tampoco es autoridad investigadora.
Los expertos comentan que López Obrador usará a Ravelo para investigar a Alfaro y pegarle en la forma que mejor le acomode.
El jalisciense es un precandidato presidencial que tiene que ser bajado de la contienda a como dé lugar. Al tiempo.
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*ARD
