Además de la incertidumbre anual que en torno al pago de sus prestaciones salariales enfrentan, ahora, los más de 3 mil 800 docentes catalogados como “Homologados”, adscritos al subsistema de Educación Media Superior de México, tienen que lidiar con los efectos que el COVID-19 y su variante Ómicron, traen consigo y que, han minado y han reducido por mucho, al plantilla estudiantil.
Como cada año, los docentes echan mano de la promoción de las ventajas de estudiar en los planteles de los Centros de Estudios Tecnológicos, Industriales y de Servicios (CETis) y en los Centros de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios (CBtis). En medio de una competencia de múltiples y variadas ofertas escolares (públicas y privadas), ellos van en busca de alumnos, sobre todo en las zonas rurales.
Los docentes adscritos a esos subsistemas, cuentan con un muy alto nivel académico y ofrecen al estudiante, lo mejor de sí, para prepararlos y competir en un mercado laboral muy exigente. Su labor es encomiable y sus aportes a la educación pública, deben de ser tomados muy en cuenta. Hemos leído con interés, la situación que han expuesto ante los medios de comunicación, los compañeros del CBTa 71 de Tlalnepantla, a través de Omar Cabrera Villa, su secretario sindical y los efectos que el COVID-19, ha traído a su comunidad escolar.
Según las notas de prensa, “al inicio de la pandemia por COVID-19 se contaba con una matrícula estudiantil de más de 740 estudiantes”, hoy, la matrícula escolar, tuvo una reducción de 150 alumnos aproximadamente”.
“Refirió que la reducción educativa en la institución es marcada, ya que al estar asentada en una comunidad rural es notoria la reducción, por lo que dijo, se busca la creación de grupos intersemestrales para regularizar a los alumnos que deseen retomar sus estudios de educación media” y proponen que ante un escenario como este, de deserción escolar, se permitieran los semestres nones, es decir, “que ahorita se abrirá un primero para poder recuperar y reintegrar rápidamente a todos los chavos que se dieron de baja".
Este esfuerzo, permitiría a su vez, regularizar a los estudiantes que se ausentaron de las aulas y adoptaron la modalidad a distancia, frenando su proceso de enseñanza-aprendizaje en las mejores condiciones. Con ello, se busca garantizar la educación de los estudiantes de la región y del municipio de Tlanepantla, por lo que prevén que pueda haber un incremento considerable en la matrícula escolar.
Insistimos, es muy importante que las autoridades educativas escuchen a quienes mueven a las comunidades escolares de este nivel. Ellos tienen el sentir, la sensibilidad y la experiencia suficiente, para proponer y empujar acciones que ayuden a nuestros adolescentes a salvar un ciclo escolar y su futuro profesional.
Lamentablemente, la política de austeridad gubernamental que reduce y digitaliza todo el sistema, ha venido a romper las posibilidades de dialogo entre los estados y la Federación, centralizando y, reduciendo al máximo los recursos en el subsistema. Ojala que hoy, ante peticiones como esta, no haya oídos sordos.
Con el sector de homologados, hay varias deudas pendientes por atender. Uno de ellos, es el aspecto económico: Recordemos que desde el 2019 se les recortó el ISR en el aguinaldo, además de que hay otros pendientes de pago, como el concepto de “Barrido 2014”, los complementos del aguinaldo y estímulos anuales.
Aprendamos a escuchar y a ejercer esas propuestas que vienen desde todas las realidades magisteriales.