Los hombres y mujeres pobres, son quienes llenan las cárceles del país, como resultado de la guerra contra el narcotráfico, excluyéndolos y marginándolos aún más, en un sistema de readaptación social que es nulamente efectivo, destaco la integrante de la Colectiva Hermanas en la Sombra, Aida Hernández Castillo.
Durante la realización del Foro “La Violencia Estructural que sufre la mujer en México: el Caso María Luisa Villanueva”, la activista destacó las condiciones que enfrentan quienes habitan las prisiones mexicanas y no las elites que se han vuelo intocables por el sistema carcelario
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Ahí, expuso que la pobreza va aparejada en su gran mayoría, con los casos en los que los detenidos no alcanzan la justicia, mucho menos la rehabilitación.
Uno de estos casos, se dio a conocer, es el de María Luisa Villanueva, mujer originaria de Guerrero, acusada de ser parte de una célula de secuestradores y quien, por cuatro días, fue retenida por el grupo antisecuestros, torturada, drogada y violentada y presentada como responsable del secuestro de una menor, por no poder pagar los 200 mil pesos que, en ese entonces, les exigían a sus familiares, los elementos policiacos. Ahora, 24 años después, la mujer busca junto con el apoyo de colectivos y sus familiares, lograr su liberación, no por buena conducta o por cuestiones de salud, sino obligando al sistema penitenciario y judicial, que reconozcan su error al condenarla injustamente.