El Museo Morelense de Arte Popular, a través de la Secretaría de Turismo y Cultura inauguró la exposición “Plenitud y agradecimiento”, se integra por 100 piezas de barro bruñido y un núcleo de 5 piezas de barro esmaltado, elaboradas por el maestro artesano alfarero Isidoro Martínez Téllez, quien ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta colección.
Morelos cuenta con varios municipios que destacan por las delicadas piezas creadas a partir de tierra y agua, Tlayacapan es uno de ellos. Desde la época precolombinas la belleza de piezas utilitarias, decorativas y rituales han tenido fuerte presencia en esta comunidad.
El Maestro Martínez Téllez, nació en Huimanguillo Tabasco, el dos de enero de 1962. Pero desde temprana edad radica en Tlayacapan, Morelos. Sus padres le transmitieron el interés y la inquietud de trabajar con el barro, desde muy pequeño. Doña Galdina Téllez Vergara, mamá del maestro, oriunda del pueblo de Tlayacapan; su padre Juan Martínez Salas, de Ciudad Victoria, Tamaulipas.
A sus seis años de edad acompañaba a su padre a visitar los mercados más populares de la Ciudad de México, para truequear, ofrecer y vender las artesanías en barro que su familia realizaba.
“Cazuelas ondas” y las “paellitas”, sus primeras piezas que elaboró para venta. Con el tiempo dominó la manera de modelas y moldear el barro. Entre sus piezas a elaborar: platos, jarros, vasijas, tibores, fruteros y los tradicionales ternos, los cuales eran juegos de cinco cazuelas de diferentes tamaños.
Don Isidoro, cuenta con estudios a nivel medio superior, concluyó su bachillerato en la escuela General Emiliano Zapata, Cuautla, Morelos.
Contrajo matrimonio con la maestra artesana Rosa Consuelo Roldán, en 1984, tienen un hijo de nombre Alán Josué Martínez Roldán.
En 2013, obtuvo mención honorífica en la XIII Edición del Concurso de Arte Popular “Identidad Morelense” organizada por la Secretaría de Cultura del estado de Morelos, con la obra “Tibor de barro con iconografía del estado de Morelos”.
A espaldas del Chichinautzin es en donde el maestro ha venido acariciando sus creaciones, pacientemente, logrando en cada una, un brillo especial producto del frote constante de un cuarzo en el momento exacto en que el barro está listo para ser transformado, para obtener la tersura, el color y por supuesto el brillo que produce la caricia brindada.
Desde hace 24 años, as obras que más caracterizan el trabajo del artesano Isidoro actualmente, son las mariposas de barro, las cuales realiza con su esposa. Decoradas en varias tonalidades con pintura base de agua. Estas surgen de los hermosos recuerdos de la infancia que el maestro tiene en su mente y corazón.
Los últimos cuatro años, ha enfocado su tiempo y creatividad en la elaboración de esta maravillosa colección, la cual se integra por más de 100 piezas elaboradas en barro bruñido, técnica que ha investigado y practicado por varios años permitiéndole alcanzar esta maestría.
Más de 40 años en este hacer creativo, Isidoro Martínez entabla ese diálogo personal que hace con cada una de sus piezas, con la que comulga desde el inicio, desde la preparación del barro, el secado, el uso de los engobes, pasar por el horno y obtener una pieza única, realizada con paciencia, conocimiento, experiencia y humildad ante esta materia que él transforma lentamente.
Entre las piezas vamos a encontrar: Juegos de Tibores, elaborados en barro técnica bruñido en distintas tonalidades, con aplicaciones de iconografía, detalles fitomorfos propios de la capilla del ex convento de la Virgen de la Concepción en Zacualpas de Amilpas y del templo del Señor de Santiago en Jantetelco. Dulceros, con iconografía representante del estado de Morelos. Jarra Sol, con iconografía colonial, sol basado en los estucos de la capilla de Santiago Apóstol en Tlayacapan y flores de lis con centro formado por aspas tomadas de la capilla de San Esteban Tetelpa, Zacatepec. Vasija calabacita, decoración en mata de calabaza con frutos. Jarra Luna, basada en los estucos de la capilla de San Martín en Tlayacapan y detalles fitomorfos de 4 pétalos que representan los cuatro puntos cardinales, propios de la huerta del ex convento de la Natividad en Tepoztlán. Botellones, decorado con iconografía de Xochicalco, pinturas rupestres y figuras antropomorfas de Cuentepec. Juego de Botellones, técnica bruñido y engobes, decorados con iconografía de la zona arqueológica de Xochicalco, del templo de San Pedro Apóstol de Chalcatzingo y de la iglesia de Huitzilac.
Vasija, decorada en varios colores, con técnica de vidriado. Iconografía representativa de algunas iglesias de Morelos. Dintel de Anenecuilco, representa a un ser fantástico en el centro con una composición floral a los lados, jarrón con elementos florales de Tlaquiltenango, cenefa de época colonial de Yecapixtla, y estucos de la catedral de Cuernavaca.
Floreros con engobes y distintos diseños iconográficos del Estado de Morelos. Basada en las flores del retablo de la iglesia de Huitzilac, detalles de la catedral de Cuernavaca, figuras de la época colonial basada en el tablero de madera de la puerta principal de la capilla de Santiago Apóstol y coronas de agave, conocidas como Cucharillas construidas en fiestas patronales de Tlayacapan. Iconografía prehispánica, figuras antropomorfas y pinturas rupestres originales de Cuentepec.
Juego de Botellones, decorado con iconografía zoomorfa de la zona arqueológica de Xochicalco, basada principalmente en felinos y aves. La colección estará expuesta hasta el mes de julio de 2022.