A nadie sorprende el anuncio de las primeras denuncias por probables actos de corrupción cometidos por el ex gobernador Cuauhtémoc Blanco y sus funcionarios, incluso no hay tampoco por qué asombrarse por la posición que la propia gobernadora Margarita González asumió durante su mensaje del sábado pasado, pues desde su campaña política antes de asumir el cargo ofreció cero tolerancia e cero impunidad contra los corruptos, pero lo que sin dunda todos queremos atestiguar es que, ante lo que parecen evidencias contundentes se hagan dos cosas: se recupere para el pueblo lo robado y se meta a la cárcel a los responsables, sea quien sea.
Y es que nadie quiere que se repita la misma historia que lastimosamente para los morelenses se ha tenido con la cantaleta de que se metería a la cárcel a otro ex gobernador, el perredista Graco Ramírez, quien de tantas denuncias que se presumieron en su contra, ni siquiera la más light ha procedido. Para colmo y pese a una evidente gestión plagada de irregularidades, nada se ha podido hacer y hoy el tabasqueño goza de total impunidad y hasta se pitorrea de la justicia y de las instituciones morelenses.
Lo que ayer se volvió a ratificar por la Consejería Jurídica y la Contraloría del Gobierno del Estado, es que las investigaciones sobre las irregularidades encontradas al inicio de la actual gestión alcanzan a casi todas las dependencias y áreas de la administración pública, incluyendo los organismos desconcentrados donde amigos y parientes favorecidos y protegidos por el exfutbolista se despacharon con la cuchara grande.
Como aquí ya lo establecimos en más de una ocasión, esto es de dominio público desde hace meses y no sólo porque se venían dando señalamientos desde diversas voces de actores sociales y políticos, sino porque era evidente que la nulidad de la gestión de Blanco Bravo y compañía tenía al estado abandonado a su suerte, sin obras, sin inversión, sin crecimiento, pero gastando a manos llenas el erario en frivolidades, para crear una imagen pública ficticia de su gobierno y de culto a su personalidad.
Asimismo, y aunque ayer sólo se dio cuenta de un daño patrimonial de 40 millones de pesos, en seis primeras denuncias de carácter penal y administrativo, la cuenta de los presuntos desvíos podría elevarse a cientos o quizás miles de millones más, lo que, de recuperarse, conformaría una acción sin precedentes en la historia del estado, misma en la que la gobernadora Margarita González tiene la posibilidad de trascender a penas al inicio de su gestión y con la que ganaría un reconocimiento mayor e indiscutiblemente el respeto absoluto de los morelenses y de la clase política estatal y nacional.
Bastará saber si ahora las instituciones encargadas de investigar y sancionar, es decir las Fiscalías Anticorrupción y General del Estado, así como del Poder Judicial, hacen por fin su trabajo, se ponen del lado de la sociedad y del Ejecutivo que está procediendo, y dejan de lado intereses políticos y de camarillas para de una vez por todas comenzar a combatir la corrupción y la impunidad de la que siempre han gozado los gobernantes abusivos con el pueblo, veremos…
L@S REDES: En la conferencia de prensa se dio un mensaje claro y con dedicatoria especial para varios funcionarios y representantes populares que, pese a todo, trascendieron de la pasada a la actual administración en algunos de los Poderes del Gobierno local y federal: mejor que regresen lo que se tomaron de manera abusiva o que enfrenten los procesos legales y las probables sanciones. Algunos de ellos ya han sido exhibidos con nombres y apellidos, como en el caso de la compra-venta ilícita de terrenos a las orillas del lago de Tequesquitengo, sin embargo, hay otros en el Congreso local y Federal, en algunos ayuntamientos que recién comienzan su gestión y hasta en algunas oficinas del propio gobierno estatal, así es que ya saben qué hacer o lo que les dicte su conciencia, a ver… Por cierto, y que no se olvide que Graco Ramírez sigue con cuentas pendientes, y no sólo por la minucia del préstamo que solicitó al Instituto de Crédito del Gobierno del Estado, sino por el probable desvío millonario en obras como la remodelación del zócalo capitalino que se realizó a precio de oro y por la construcción del estadio de Zacatepec, que casi se equipara en inversión al de los rayados del Monterrey, luego le seguimos…