Que SSP llame a cuentas a Capella Ibarra y Ortiz Guarneros por inoperancia del C-5
Es indispensable que la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana finque responsabilidades a los anteriores encargados del aparato de vigilancia en la entidad, Alberto Capella y José Antonio Ortiz Guarneros, por haber dejado inoperante el C-5, afirmó el presidente del Foro Morelense de Abogados, Pedro Martínez Bello.
Durante las gestiones de Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco Bravo, los responsables de la seguridad en Morelos dispusieron de alrededor de 20 mil millones de pesos no solo para dar mantenimiento al equipo de vigilancia, sino incluso para colocarlo a la vanguardia. Sin embargo, nadie sabe a dónde fueron a parar los recursos.
Es indispensable que el secretario de Seguridad Pública, Miguel Ángel Urrutia, quien ha dicho que se dejó desmantelado el C-5, presente las denuncias correspondientes y se finquen las responsabilidades a sus antecesores, puesto que, en gran medida, la ola de violencia que ha padecido Morelos en los últimos años se debe a la inoperancia de ese Centro de seguridad.
“De acuerdo con lo manifestado por el secretario de Seguridad Pública de Morelos, Miguel Ángel Urrutia López, en el sentido de que el C-5 es inoperante y que durante estos doce años no le dieron mantenimiento, es de preguntarse hacia dónde fueron dirigidos unos 20 mil millones de pesos durante los gobiernos de Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco Bravo. Es decir, que las cámaras de video vigilancia no sirven porque no han sido actualizadas y esto las convierte en obsoletas”, expone.
Y puntualiza: “El Foro Morelense de abogados considera conveniente que el comandante Miguel Ángel Urrutia presente las denuncias correspondientes y les finque responsabilidad jurídica a sus antecesores, Jesús Alberto Capella Ibarra y José Antonio Ortiz Guarneros, porque siempre hubo presupuesto para el mantenimiento de las cámaras y de redes”.
No menos gravoso es el hecho, agrega, que cada año pidieron más presupuesto para la seguridad pública, “…y ahora resulta que no sirve ni el software ni los lectores de placas, que hay un C-5 vacío, que además tenían almacenados paquetes de uniformes de hace 12 años sin entregar, y mientras los policías careciendo de lo elemental para realizar su trabajo”.
Entre otras anomalías detectadas por el secretario de Seguridad Miguel Ángel Urrutia figura que el aire acondicionado no funciona, que los monitores datan de hace 12 años y que, en realidad, lo que se requiere es una renovación total del C-5, lo que mantiene la pregunta de por qué no se invirtió en ello. El resultado es que se desmanteló un área de vital importancia para los morelenses, cuando se requiere de un centro de comando con la tecnología indispensable para garantizar la seguridad.
Acaso el problema para la SSP, plantea Martínez Bello, es que tanto Capella Ibarra como Ortiz Guarneros ya ni siquiera están en Morelos.
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