Este miércoles, familiares, amigos y ciudadanos de Yautepec, acompañaron a Diego al homenaje que le fue realizado en la escuela primaria "Miguel Hidalgo" en dónde estudiaba, para posteriormente dirigirse al zócalo de la cabecera municipal en dónde su padre emitió un mensaje contra la inseguridad que permea en la región oriente, pero sobretodo en Yautepec, para luego trasladarlo al panteón municipal del barrio de Rancho Nuevo para darle el último adiós.
Fue alrededor de las 10:00 horas, cuando el cortejo fúnebre partió de la casa del menor para recorrer las principales calles de la ciudad hasta llegar a las instalaciones de la Escuela primaria "Miguel Hidalgo", en dónde las autoridades educativas y compañeros del menor le dieron el último adiós, además de que también realizaron el último pase de lista y soltaron globos blancos en su memoria.
Posteriormente, se trasladaron a la explanada del zócalo en donde el señor Arturo, padre del menor Diego, señaló que no busca culpables de la muerte de su hijo ni que se ésta se politice, pero sí que autoridades hagan lo propio para que la inseguridad en Yautepec y el estado en general se atienda de inmediato.
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"A mi hijo le entró la bala por la mandíbula y le salió del otro lado y le reventó la aorta, así ya no se podía hacer mucho; yo estaba en el trabajo y 10 minutos después ya estaba con mi hijo, él ya estaba muerto en la ambulancia", señaló.
Asimismo, lamentó la inseguridad que se vive en el municipio de Yautepec, en dónde ya se ha normalizado la violencia e inseguridad.
Aseguró que la situación que se vive en la actualidad no es más que la mala educación que han recibido en sus hogares, por lo que llamó a la población a prestar la atención y cariño necesario a sus hijos para que en un futuro no sean hombres ni mujeres de mal.
Al término de sus mensaje, Diego fue despedido entre aplausos y porras por los cientos de asistentes, además de también gritos y consignas que exigen justicia para Diego.
Por último, el cortejo fúnebre partió con rumbo al panteón municipal ubicado en el barrio de Rancho Nuevo, en donde se dio el último adiós al menor.