El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro que de regresar a la Casa Blanca tomaría cartas en el asunto sobre el ámbito comercial, por lo que la imposición de aranceles de hasta 25% sobre productos importados de países como Canadá y México ha desatado críticas.
Lo anterior, luego de que, el pasado lunes 25 de noviembre, tras su victoria electoral, Trump reafirmó sus intenciones al anunciar que, a partir del 20 de enero de 2025, impondrá un arancel unilateral del 25% a todos los bienes provenientes de Canadá y México, aclarando que no se trataba de una amenaza, sino de una promesa de políticas comerciales.
Ante esta decisión, el Banco de Canadá emitió una alerta el martes 26 de noviembre, advirtiendo sobre los posibles efectos negativos en las economías de ambas naciones. El banco central de Canadá indicó que la implementación de tales aranceles podría avivar la inflación, frenar el crecimiento económico y alterar las expectativas sobre las tasas de interés en el país vecino.
Por su parte, el vicegobernador del Banco de Canadá, Rhys Mendes, expresó durante una sesión pública en Charlottetown, Isla del Príncipe Eduardo, que "lo que sucede en Estados Unidos tiene un gran impacto en nosotros", y subrayó que cualquier medida económica de gran escala tendría consecuencias para las economías de ambos países.
Asimismo, Mendes comentó que, aunque se encuentran en una fase de observación, comenzarán a ajustar sus previsiones económicas conforme se concreten los detalles de las políticas de Trump.
Además, el Banco de Canadá actualizará sus perspectivas económicas el próximo 29 de enero, cuando se anuncie su primera decisión monetaria del año.
Por su parte, el gobierno canadiense destacó la importancia de su país para el sector energético de Estados Unidos, señalando que el 60% de las importaciones estadounidenses de petróleo provienen de Canadá, lo que resalta la interdependencia económica entre ambas naciones.
Con información de La Razón
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