Van en aumento las denuncias de los internos y sus familiares que acuden al penal de Atlacholoaya, pues afirman que, en las visitas a reclusos en los últimos fines de semana, las vejaciones a mujeres, así como a los presos, violentan su dignidad y derechos.
Familiares de los internos, que han preferido el anonimato pata no perjudicar a los presos ni padecer más restricciones durante las visitas, afirman que las revisiones a las mujeres, al exigirles desnudez total, incluso a las que están reglando, son tanto o más invasivas que las que ya estaban padeciendo.
Les impiden llevar a los internos artículos como jabón, pasta y cepillos de dientes, así como papel higiénico. En el caso de la comida, les obligan a tirar lo mismo crema, lechuga, frutas y verdura picada y cocida, bajo el argumento de que no están permitidos, por lo que piden ser escuchados por autoridades superiores a las que están a cargo del penal, para exponer los abusos.
Tanto los internos como sus familiares no se oponen a las revisiones ni a la eliminación de sustancias tóxicas, como las recientemente decomisadas durante una revisión en una celda a destinada a la visita conyugal, mucho menos están en contra de que se impida que ingresen al penal objetos que podrían usarse como armas.
No obstante, eso nada tiene que ver con la violación de derechos humanos tanto a presos como a sus familiares, quienes exigen trato digno, sobre todo tratándose de las mujeres que acuden a las visitas los sábados y domingos, como ha ocurrido durante el más reciente fin de semana, en que su percepción en torno a las restricciones es que son más agresivas.
En el caso de los internos, los implementos que ellos mismos han adquirido para su uso en el gimnasio les han sido incautados sin mayor justificación. Afirman que es comprensible que se estén aplicando nuevas medidas de seguridad, pero muchas de las que han adoptado no se justifican, e incluso atentan contra la verdadera readaptación social, que sería el objetivo.
La exigencia de que tanto a internos como a familiares de los reclusos se les permita hablar con autoridades superiores, fuera del penal de Atlacholoaya, no han trascendido, porque los directivos del reclusorio no las han hecho llegar a las autoridades estatales, para que no se cuestionen sus arbitrariedades ni sean revisadas.
Es por esto que, a través de los familiares que acuden a las visitas, y que también son víctimas de los abusos, han reiterado los llamados a que las autoridades responsables del sistema penitenciario en la entidad presten atención a sus reclamos, piden que se les escuche en otro entorno, donde no puedan ser ubicados por los directivos del penal, para no sufrir sus represalias tanto entre los reos como quienes acuden a visitarlos.
Ya los presos han advertido que realizarán protestas pacíficas al interior del penal, a pesar de las represalias, pues quieren ser escuchados, antes de que las cosas puedan pasar a mayores por los abusos que prevalecen en el penal.
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