Aguas residuales (primera entrega)

Opinión

Llamamos aguas residuales, al agua procedente de la ducha, de la limpieza de la ropa, de la vajilla o de los sanitarios. Dependiendo del uso, hay diferentes denominaciones. Los residuos de los hogares forman las aguas residuales domésticas, los que se forman en el proceso de las fábricas se denominan aguas residuales industriales y al llover se denomina agua pluvial y no se puede verter al sistema de alcantarillado.

Esta diferenciación es importante porque para cada tipo se forman diferentes sustancias y se necesitan sistemas específicos para eliminar y tratar los residuos.

Generalmente, las aguas residuales sin tratar contienen numerosos patógenos, microorganismos, residuos tóxicos y nutrientes que provocan el crecimiento de otro tipo de bacterias, virus y hongos. Por ello, los sistemas de recolección y tratamiento de aguas residuales son importantes para la salud pública, ya que evitan riesgos de contaminación y transmisión de enfermedades, además para el ambiente ayuda a controlar la contaminación del agua.

Las aguas residuales domésticas están compuestas por agua (99%) y sólidos (1%). Estos residuos sólidos están compuestos en su mayoría, por materia orgánica en descomposición, provenientes de las heces y actividades humanas en fregaderos, tanques, lavadoras, duchas, entre otros. Las aguas residuales domésticas provienen de predios que cuentan con baños, cocinas y lavanderías, provenientes del agua utilizada para la limpieza de ambientes e higiene personal.

Las aguas residuales industriales, a su vez, provienen de procesos industriales, agua de refrigeración y agua de lluvia contaminada. El sistema de recolección y tratamiento evita la contaminación y propagación de enfermedades de las personas. Además, es fundamental el tratamiento de las aguas residuales para conservar los ambientes naturales, ya que el vertido de aguas residuales a las aguas de los ríos o al mar genera contaminación y puede provocar la muerte de peces y otros seres acuáticos.

Esto se resolvería con el acceso a los servicios básicos de saneamiento: recolección y tratamiento de aguas residuales. En el caso de las aguas residuales, estas al salir de casas o negocios, deben ser conducidas al sistema de distribución de la ciudad, que las debería enviar a una planta de tratamiento de agua.

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La falta de tratamiento de las aguas residuales puede provocar no únicamente la contaminación del agua, también la del suelo, contribuyendo a la proliferación de diversas enfermedades. Muchas de estas enfermedades pueden provocar la muerte de muchos niños, especialmente en su primer año de vida. El tratamiento de las aguas residuales domésticas es importante porque tiene impactos directos en la salud de las familias y del planeta. Toda el agua que se utiliza en la vida diaria de la casa, en grifos y sanitarios, debe pasar por las etapas de tratamiento de aguas residuales antes de regresar a la naturaleza.

Cuando el inmueble no está conectado a la red pública que lo envía a una planta de tratamiento, los líquidos terminan siendo vertidos directamente a ríos, lagos y océanos y, con ello, contaminan las fuentes de captación de agua y también contribuyen a la propagación de enfermedades entre la población.

Las aguas residuales tratadas, por otro lado, pasan por varios procedimientos determinados por la legislación ambiental para garantizar que su eliminación no perjudique al ambiente.

Las Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) son espacios destinados a realizar las distintas etapas de este tratamiento, las cuales pueden variar de acuerdo a las características y necesidades de cada municipio.

Podemos destacar los pasos más comunes del proceso de tratamiento de aguas residuales. La recolección y tratamiento de aguas, son parte de los servicios de saneamiento. El propósito de la recolección es llevar las aguas residuales fuera de los hogares, mientras que el tratamiento es reducir la carga contaminante para que vuelva a la naturaleza sin causar daños al medio ambiente.

Así, al llegar a la planta de tratamiento de aguas residuales, los efluentes domésticos, comerciales e industriales pasan por varios procesos que reducen la alta concentración de compuestos orgánicos y otros nutrientes y elementos que los hacen nocivos para el medio ambiente.

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En forma general, las principales etapas del proceso de tratamiento de aguas residuales son las siguientes:

1 Criba. Las aguas residuales provenientes de los hogares deben contener aproximadamente un 1 % de sólidos y un 99 % de material líquido. En consecuencia, el primer paso del procedimiento es la retención de los materiales gruesos, como la basura, en un filtro formado por rejillas. Esta primera filtración ayuda a liberar el líquido de los residuos sólidos que han sido desechados incorrectamente en el sistema de alcantarillado.

2 Areneros o desarenadores. Las aguas residuales van al arenero, donde se eliminan todos los residuos sólidos presentes en el mismo y que hayan podido escapar al proceso anterior, por sedimentación. La arena, guijarros, grava y otros elementos van al fondo del tanque y el líquido que queda en la superficie se dirige a la siguiente etapa.

3 Reactor anaerobio (Tratamiento biológico). Sin sólidos visibles, las aguas residuales se envían a un tratamiento biológico en el tanque de aireación. Allí, se expone a la acción de seres microscópicos, que promueven reacciones bioquímicas y condensan la materia orgánica, que hasta entonces estaba disuelta en el efluente, en escamas de lodo. Es el caso de los rotíferos, micrometazoos (organismos heterótrofos y eucariotas) que se alimentan de bacterias y diminutas partículas de sólidos, y también del tardígrado, considerado el animal más resistente del mundo, cuya presencia ayuda a señalar la calidad de la limpieza que se realiza en el alcantarillado.

4 Filtro Biológico Aireado. Constituyen un sistema de tratamiento de agua residual de biomasa fija que combina la retención de los sólidos suspendidos contenidos en el agua residual con la remoción de nutrientes en un medio granular sumergido que proporciona la superficie sobre la cual se desarrollan microorganismos.

5 Decantación. Después del tratamiento biológico, el líquido se somete a un proceso de decantación (separación por densidades de materiales). El lodo formado va al fondo del tanque, separándose de la parte líquida, que ya está libre de impurezas. Esta materia termina convirtiéndose en un subproducto del llamado biosólido, que puede ser aprovechado en la agricultura.

6 Desinfección. Por cloración y en algunos casos mediante la utilización de exposición a cañones de rayos ultra violeta que eliminan la presencia de gérmenes y otros microorganismos patógenos

7 Disposición final de productos. Los lodos producidos en el proceso son deshidratados y llevados a un relleno sanitario especializado. Las aguas residuales clarificadas y debidamente tratadas se devuelven al medio ambiente. En algunos casos, el efluente puede sufrir tratamientos específicos avanzados y transformarse en agua de reutilización, una solución sostenible que contribuye a la preservación del agua potable del planeta.

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El destino de los lodos generados en las plantas de tratamiento de aguas residuales, suele ser el relleno sanitario. Sin embargo, los lineamientos y objetivos estipulados por la Política Nacional de Residuos Sólidos alientan a las empresas a buscar alternativas menos dañinas para el medio ambiente, a fin de reutilizar estos residuos antes de su disposición final.

Este es un verdadero desafío para el sector saneamiento en varios países, tanto desde el punto de vista técnico como económico, ya que el proceso es complejo y costoso.

Los lodos se componen esencialmente de una combinación de sustancias, incluidos minerales y materia orgánica descompuesta.

Para el tratamiento de estos residuos del tratamiento de aguas residuales, es necesario considerar factores como la tecnología a utilizar, la disposición final que se le dará a los residuos y el espacio físico disponible.

Es importante resaltar que todo sistema de tratamiento de aguas residuales genera algún tipo de residuo, y su disposición final dependerá de sus características. En el caso de los lodos, los tipos de tratamiento se dividen en densificación, estabilización, deshidratación, secado térmico e incineración.

Incluso con tantos desafíos, han surgido algunas soluciones para utilizar este residuo. El sector agrícola ha utilizado los lodos para la producción de abonos orgánicos, debido a su composición rica en macro y micronutrientes. Entre las ventajas del uso de lodos en agricultura se encuentran el aumento de la densidad, porosidad y capacidad de retención de agua por parte del suelo, lo cual es fundamental para evitar la erosión y la sedimentación. También es posible utilizar los lodos como fuente de energía sostenible, debido al alto contenido de fósforo en su composición.

Materia aparte son los costos inherentes al tratamiento de agua y los relativos a la construcción de infraestructura para llevar a cabo este proceso, el cual trataremos en entregas posteriores en este mismo espacio.

Mientras tanto, tomemos conciencia  y hagamos lo que nos corresponde para garantizar la calidad del servicio. Desechar correctamente los alimentos y evitar arrojar sólidos, es una actitud sencilla que ayuda a prevenir obstrucciones en el sistema de alcantarillado sanitario de nuestras ciudades.