A punto de cumplirse esta semana el primer mes de gestión de la nueva administración del gobierno del estado a cargo de la Lic. Margarita González Saravia, el ritmó de trabajo es intenso en los diferentes sectores y áreas, y su equipo parece seguirle el ritmo.
Desde que inicio el primer día la gobernadora no ha parado y la percepción entre la sociedad y la opinión pública es positiva, en tanto que todos nos habíamos acostumbrado a una inamovilidad y olvido oficial por 12 años, lo que se ha visto reflejado no sólo en la agudización de los grandes problemas y rezago que enfrenta el estado, sino también en un saqueo de las arcas y en lo que parece ser abusos de poder recurrentes.
Y pese a que en este mes de gestión del gobierno “de la tierra que nos une”, sobresale precisamente ese abandono que encuentra la nueva administración y donde por todos lados también brotan casos que ejemplifican el dispendio y la corrupción con el manejo de los recursos, González Saravia parece decidida a continuar a marchas forzadas la recuperación del estado.
Nos parece que la decisión y las acciones que asume la gobernadora son sensatas y congruentes, pues la prioridad sí debe ser atender los rezagos y tratar de resolver los problemas que aquejan y lastiman a la población, la misma que le otorgó la confianza para asumiera la responsabilidad de llevar las riendas del gobierno, que en manos de sus antecesores simplemente lo olvidaron.
Asimismo, y como ya ha fijado posición, el tema de las consecuencias que pueden advertirse por la mala gestión o las omisiones del pasado inmediato, es un asunto sí de su gobierno y de todas las instituciones que deben investigar y sancionar a los responsables, a decir, de los casos escandalosos como en Desarrollo Agropecuario, la Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente, el Fideicomiso del Lago de Tequesquitengo, en Obras Públicas, en Comunicación Social y etc… Por lo que paralelamente deberán seguir en curso con los procesos a que haya lugar, pues está claro que en esto no se va a proteger a nadie.
Otro de los asuntos que significan una piedra en el zapato para el gobierno es el del Fiscal General del Estado Uriel Carmona Gándara, cuya decisión para mantenerse en el cargo es duramente cuestionada por la sociedad y por la opinión pública, pues a pesar de que sabe que no podrá trabajar en ninguna forma, porque no ha dado resultados y porque no se le tiene confianza, ha preferido no facilitar la elección de un nuevo Fiscal que sí atienda sus funciones y goce de la credibilidad obligada que el cargo requiere.
No obstante, el proceso para su retiro tendrá que darse ya que, si hay un tema en donde se requiere trabajar y obtener resultados urgentemente es el de la seguridad, y el actual Fiscal no solo no abona a la estrategia que el gobierno del estado implementa, sino que la obstruye. Su renuncia, en cambio, daría paso a la designación de un remplazo que se aplique y se sume para coadyuvar con las acciones de la nueva Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Con relación a los otros poderes, es lamentable lo que ocurre con el Judicial y la crisis interna que se registra entre los magistrados del Tribunal Superior que preside Jorge Gamboa, cuya escalada en las últimas semanas no sólo llama la atención por las disputas por el poder y el presupuesto, sino por la inacción y las repercusiones que se genera en la administración de la justicia.
Si alguien aún está en contra la reforma que se ha dado al Poder Judicial Federal y sobre la urgencia de que alcance pronto a los estados del país, queremos saber si tiene algún argumento convincente tomando como ejemplo la situación por la que atraviesa del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, y en tanto los magistrados siguen en la rebatiña, la preocupación de la gobernadora que los ha llamado al diálogo y la resolución de sus diferencias, es oportuna en tanto urge que este Poder se sume a la necesidad de dar resultados en la administración de la justicia para los morelenses.
Finalmente, con la nueva Legislatura del Congreso del Estado, parece que el Poder Ejecutivo retoma una relación colaborativa, cuál debe ser, y más allá de la división constitucional y las responsabilidades de cada cual, existe un diálogo cordial imponderable para la complementación de tareas y acciones que vayan dirigidas a resolver los problemas políticos, sociales y económicos del estado, algo que en los últimos 12 años no figuró ni en seños.
No se puede pedir más para el primero mes de gobierno de Margarita González, pues el esfuerzo y el cumplimiento de los compromisos asumidos se nota, al igual que la disposición del equipo de trabajo que designó en los diversos sectores del gobierno, con esto los resultados vendrán solos y la confianza se ira acentuando hacia su gestión, veremos…