Figura y parece estar fija en el imaginario de la opinión pública, los medios de comunicación y diversos sectores de la sociedad, la percepción de que la corrupción y los malos manejos del presupuesto en prácticamente todas las áreas del gobierno que encabezó el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco, es de tal magnitud que la idea de que se debe investigar y sancionar para llegar hasta sus ultimas consecuencias, debe alcanzar precisamente al hoy diputado federal, esto para evitar suspicacias sobre la presunta protección de la que seguiría gozando.
Y es que no deja de ser tema de todos los días en medios o redes sociales, en las opiniones de los que dicen saber de política, en los cafés y círculos de reunión, los casos que se van conociendo en las diferentes dependencias y áreas del gobierno, sobre las irregularidades que han salido a flote en el proceso de entrega y recepción de la administración.
Asimismo, en las entrevistas que algunos funcionarios de la nueva administración y en las conferencias de prensa que la gobernadora Margarita González Saravia ha encabezado, la pregunta obligada está relacionada también con la información que trasciende desde las dependencias y desde quienes son los responsables de recibir lo que, en su caso, ha querido entregar el equipo de la pasada gestión del ex futbolista, y en donde además de lo que ya se sabe, es decir que no dejaron saldos a favor y que cargaron hasta con el perico, existen irregularidades que deben ser investigadas y sancionadas.
Como se ven las cosas, lo más conveniente para los gobiernos de la República y el de Morelos, así como para el Partido en el Poder, es no dejar pasar de largo lo que es imposible de ocultar y de defender, pues los saldos oscuros de Blanco Bravo y el olor fétido que despide su mala administración, es algo que no se puede ocultar, y si bien la corrupción que se sabía galopaba en Morelos, no sólo es escandalosa, sino que existen elementos para probarla, veremos…
L@S REDES: Lo feo, lo malo y lo bueno. Lo feo se dio la tarde del pasado Domingo cuando el repudiado e impuesto “dirigente” del Partido Morena en el estado Ulises Bravo, si el medio hermano del peor gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco, fue impedido para dar la bienvenida a los asistentes a una reunión de su militancia que, se suponía, sería de unidad y prácticamente fue echado de la entidad donde nunca fue aceptado. Lo malo es que todo esto ocurrió durante la visita que la nueva dirigencia nacional que encabeza Luisa María Alcalde realizó al estado como parte de su gira de presentación que lleva al cobo en el país, y donde fue testigo de la unidad que sí existe, pero en contra de su supuesto dirigente. La realidad es que todos sabemos que en la entidad el Partido hegemónico enfrenta desde hace varios años una crisis que no ha podido superarse y que pese a todo y para fortuna de los morenistas, no ha trastocado los procesos electorales más importantes, aunque sí ha afectado por ejemplo el resultado en algunos municipios y distritos locales, como lo son los casos de Cuautla, Cuernavaca y Jiutepec, donde sus candidatos perdieron las elecciones del pasado dos de junio, como consecuencia de la segmentación de la militancia en varios grupos. Lo bueno es que fue la propia líder nacional quien anunció que habrá muy pronto una renovación de los liderazgos del partido en Morelos y llamó a la militancia a estar atentos y participar a través del Consejo Político Estatal, órgano que será el encargado de ungir a los elegidos, a ver… Por cierto, que a esta reunión se dieron cita los cuadros más distinguidos del morenismo local quienes firmaron y fueron testigos todos del Decálogo para Autoridades emanadas de Morena, documento que se espera que ahora sí sea tomado en serio al menos en el estado, tanto en el gobierno como en los municipios donde el partido se hace y hará cargo de la administración a partir de enero del 2025, veremos…