Quienes estemos en la conducción política, tenemos la enorme responsabilidad de trabajar para que a la mujer le vaya mucho mejor, afirmó la gobernadora Margarita González Saravia, en la conmemoración 71 del derecho al sufragio femenino, establecido en 1953. Y este fue un espléndido marco para rendir un sentido homenaje a la primera alcaldesa en el estado de Morelos, precisamente ahí, en la tierra que de niña soñaba presidir: Xochitepec. Se trata de la alcaldesa Claudia Ochoa Barrientos.
La gobernadora de Morelos evocó el largo camino, la intensa lucha y esfuerzo de las mujeres no solo para alcanzar el derecho a votar, sino para presidir cargos importantes, y hoy esto es una realidad, con la primera presidenta de México, con la primera gobernadora de Morelos, así como la primera rectora de nuestra Universidad, porque este es el tiempo de las mujeres.
Y en el sentido reconocimiento y homenaje a la alcaldesa Claudia Ochoa, su hija, Liliana Ochoa, quien de igual manera ha abrazado el servicio público como vocación, destacó que su madre le contaba que, de niña, solía tocar las campanas, y cual presagio de su esfuerzo y tesón, afirmaba que un día sería la alcaldesa de su municipio y lo consiguió.
“Claudia Ochoa Barrientos es la primera mujer, presidenta municipal, del estado de Morelos, una mujer que, como bien se dice, abrió brecha. Fíjense cuántos años han pasado para que pudiéramos votar como mujeres. De ahí tuvieron que pasar también algunos años para que se pudiera abrir camino aquí en Morelos”, refirió la gobernadora.
Destacó que, después de 200 años, Claudia Sheinbaum Pardo es la primera presidenta, y a ella ha tocado ser la primera gobernadora, después de 155 años. “Por supuesto que estamos abriendo brecha, porque llegó el tiempo de las mujeres… Tenemos que generar condiciones para que a las mujeres les vaya mejor”, afirmó.
Por su parte, Liliana Ochoa, hija de la primera alcaldesa de Morelos, afirmó: “El éxito no es casualidad. Es el resultado de un esfuerzo constante. Mi madre, muchos la conocen y podríamos hacer aquí una semblanza, fue siempre una persona leal, honesta, honorable, que tendió la mano a todo aquel que la necesitó”.
Y relató, conmovida, una historia: “Ella me contaba, después de que fue presidenta municipal, que cuando era niña, en la escuela primaria de aquí, del pueblo, subía a una torre y tocaba la campana y decía: cuando sea grande, voy a ser presidenta municipal… Y lo logró”.
En su honor no solo fue inaugurado el mural al que denominaron “Abriendo Camino”, del mismo modo que se develó un cuadro de ella y a la gobernadora Margarita González Saravia también le fue obsequiado uno con su imagen, también en reconocimiento por ser la primera gobernadora del estado de Morelos.
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