La gobernadora en tres actos

La gobernadora en tres actos
Miguel Ángel C… Vie, 04/10/2024 - 14:01

Margarita y su filosofía
La gris tarde del pasado martes contrastó con la alegría de la gente que asistió a la presentación de la “Filosofía e Identidad del Gobierno del Estado de Morelos 2024-2030”.
Pasadas las cinco de la tarde Margarita González Saravia recorrió el pasillo central, entre abrazos y selfies le llevó unos minutos llegar al frente del escenario. Hombres, mujeres y niños querían saludar a la primera gobernadora de Morelos, ella se dejó querer, apretones de manos, abrazos, besos, sonrisas… en fin, muestras de cariño que se le brinda a una persona querida, pero además a una mujer que da esperanza.
Minutos antes de la llegada de la gobernadora al evento, Javier García Chávez también conocido como “El gato” dominaba la escena. Entre abrazos y felicitaciones iba y venia, se tomaba el tiempo de platicar lo mismo con amigos, alcaldes, diputados, magistrados, compañeros de lucha y de más gente, todos ellos lo identifican como el hombre fuerte del gabinete, el de mayor confianza de la gobernadora. Margarita y Javier comparten la ideología y la forma de hacer política, su objetivo no es otro más que la transformación de Morelos.
La gobernadora electa, luego de partir plaza –como se diría en el argot taurino– saludó a parte del gabinete, en especial al Jefe de la Oficina de la Gubernatura, un fuerte abrazo, selló la amistad, el fin de una ruta y el inicio de otro camino juntos, nada fácil de andar, entre otros retos está pacificar el estado.
La presentación de la “Filosofía e Identidad” resultó ser un evento emotivo donde quedó claro que los pueblos originarios y la gente pobre son un eje central; al final, con la representación de los diversos sectores de la sociedad, Margarita González Saravia se comprometió a unir y transformar a Morelos con amor y por amor, un factor que a los políticos tradicionales –hombres, sobre todo– se les olvida.

Margarita, gobernadora
No hay plazo que no se cumpla y así fue que durante los primeros minutos del miércoles primero de octubre Margarita González Saravia se convirtió en la primera gobernadora de Morelos, tras 155 años de su creación como estado.
Sabedora de las condiciones en que recibe la entidad hizo un llamado para recuperar la dignidad de la identidad morelense, que la gente vuelva a sentirse orgullosa de su origen, otro gran reto de la gobernadora.
En la sede del Poder Legislativo un empresario restaurantero coincidió con otro invitado, respecto a Margarita: “Tiene arraigo conoce y quiere a Morelos a diferencia de gobernadores anteriores”.
Finalmente mujeres provenientes del municipio indígena de Hueyapan le hicieron entrega de un bastón de mando, otro acto simbólico que volvió a poner en el centro del evento a las mujeres y las tradiciones de los pueblos originarios.

Margarita, mujer chingona
En su primer acto ya como gobernadora, pasada la una de la mañana del día miércoles, Margarita se dirigió al Palacio de Gobierno para abrir las puerta a la sociedad y que deje de ser un lugar exclusivo para un círculo de poder, a las afueras del histórico inmueble fue recibida con una ceremonia tradicional… “Bienvenidos todos a su palacio, a su Palacio de Gobierno”, sentenció. 
Después de ingresar con una comitiva muy heterogénea, en un breve discurso reiteró, que gobernará para todos. Posteriormente, para finalizar un largo día, seguramente uno de los más importantes de su vida, se dirigió al piso superior para tomar protesta a su gabinete legal.
A unos metros de la sede del Poder Ejecutivo, una vendedora de hamburguesas miraba la pantalla colocada en la parte de afuera del Palacio al tiempo de ofrecer su producto.
“Que bueno que se les ocurrió, desde aquí se ve rebién”, apuntó.
Mientras preparaba una hamburguesa sencilla, muy sencilla, recordó lo “mamona” que era la gente de Blanco: “También soy viene, viene y en un evento que llegan los guaruras a empujarme porque iba a pasar el gobernador”. “El futbolista, qué hace un futbolista de gobernador, es como si yo quisiera vender elotes, no le sé, le sé a las hamburguesas, eso sí”, reflexionó.
En ese momento llegó otra mujer a enseñarle el video del discurso de Margarita en Palacio.
“Pude entrar”, dijo con singular alegría.
“Eso es ser sencilla, se ve que es una mujer chingona”, respondió la vendedora de hamburguesas.
Y agregó: “El dinero apendeja a la gente, lo importante es el respeto y no ser culeros”… “Ella es mi pareja –refiriéndose a la mujer que mostró el video- tuvo dinero, tenía su Lobo, estudió en Chapingo, pero le fue mal… ahorita se rayó conmigo –risas–, somos bien trabajadoras, chingonas como la gobernadora y si dice que las puertas están abiertas voy a ir a conocer el Palacio por dentro”… “Graco y Cuauhtémoc eran muy mamones”, repitió.
Así, cerca de las 2 de la mañana todo había acabado, era el fin de un programa de tres eventos lleno de simbolismos, el inicio de un sexenio que tiene como objetivo corregir el rumbo de Morelos.

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Besos de Judas