Durante el protocolo de toma de posesión y cambio de administración en la tierra de Emiliano Zapata, el pasado 30 de septiembre, ocurrieron cosas fuera de serie en la Plaza de Armas y una fue la presentación de una peculiar “Guía Ética y Filosófica para el buen vivir de las y los morelenses”.
Su contenido, es técnicamente una ruta de viaje, y sorprendió a todos los asistentes cuando se repartió el folleto de 40 páginas. De pronto, el lugar se transformó en una gran aula donde once profesores de la Máxima Casa de Estudios, la UAEM y la primera mujer gobernadora en los 155 años de la creación de este estado, dieron lectura a casi 30 páginas de ese documento del que nadie se esperaba una clase enfocada -con variantes, pero en lo general-, en el tema del “Buen Vivir”.
Lo singular, es que públicamente, aquí no fue el ritual de ganar elecciones, protestar el cargo y tener un estilo de administrar las políticas públicas seis años a la manera tradicional y costumbrista, -que en el pasado-, al primer minuto de una nueva administración, la expresión ciudadana general en lo bajo y en automático, era: “¡Es lo mismo que los anteriores, tan solo un gato revolcado!”.
Hoy, la entrega, lectura y posicionamiento de esta sorpresiva “Guía Ética y Filosófica”, en adelante, dicta marcos de referencia para ser ejecutados y conseguir el objetivo del “Buen Vivir”, es un manual de conducta y reflexiones que eso propone.
Cada detalle de todo este escenario reciente, obliga a mirar, que estamos ante un innegable cambio de paradigma, modelo, arquetipo, estructura, idea, molde, pauta, regla, régimen; es decir, durante la presentación de la “Filosofía e Identidad del gobierno de Morelos”, se puso sobre la mesa, la reconfiguración de creencias y valores, la redefinición de lo que se ha de considerar en adelante, importante y aceptable, es la brújula impresa que todos deben de conocer, porque así será la convivencia y la interacción con los recursos naturales, la sociedad, la economía, la cultura, la ciencia, las artes, el campo, la educación, las tradiciones ancestrales, la política pública, la identidad, la democracia, los derechos humanos, la soberanía popular, el estado de derecho, la equidad de género, la tecnología y etcétera.
La implementación de una nueva ética y filosofía de convivencia en una sociedad tan diversificada como Morelos, donde hay hablantes de Náhuatl, afrodescendientes, un alto porcentaje de trabajadores del campo y personas asentadas en zonas urbanas con otras costumbres, -un estado privilegiado ubicado a 45 minutos de una de las ciudades más grandes y pobladas del planeta-, los retos que se presentan son diversos; sin embargo, se podrían tolerar y sortear, con un enfoque colaborativo que promueva la participación y el diálogo hacia ese objetivo común del “Buen Vivir” y tener la disposición de todos los miembros de la sociedad para seguir la inercia de lo que se define como “Tequio”: esa forma ancestral de participación comunitaria no remunerada que consistía y consiste aún, en la colaboración del pueblo con los cargos cívico-religiosos, con servicios públicos y con el pago de contribuciones o cooperaciones y es que de eso se habló durante la presentación de la “Filosofía e Identidad del gobierno de Morelos” y así lo plantearon los académicos de la UAEM.
Por otro lado, no se pueden omitir ni silenciar o suprimir los retos inmediatos y, según la experiencia de la historia, pueden ser: la resistencia al cambio, la diversidad de valores, la falta de instrucción educativa, la delgada línea de una comunicación efectiva, el endeble compromiso de parte de líderes, la sostenibilidad de los cambios, sortear conflictos y desavenencias, realizar una meticulosa evaluación y adaptación, estimular el fomento de la empatía y la solidaridad, entre otros.
En la “Guía Ética y Filosófica para el buen vivir de las y los morelenses”, precisamente en el apartado del “Buen Vivir”, arranca con una aspiración al decir, afirmando sin conceder: “Imaginemos vivir en un estado donde el bienestar colectivo es la prioridad, donde cada decisión se toma considerando a todas las comunidades”.
En estos tiempos donde todo lo pensable es posible, ¿por qué no? …imaginemos vivir…