Para documentar la inoperancia e incapacidad de la Fiscalía General del estado, fue absuelto el presunto culpable del brutal asesinato de un campesino en Miacatlán. Se trata de Francisco Javier Rodríguez Hernández, apodado “El Señorón” o “El XL”. Además de que no se presentaron pruebas contundentes, tampoco acudió una pieza clave para condenar al acusado: la médico legista que debía dar fe de la causa de la muerte del joven de 26 años.
No es el primer caso en el que los juzgadores lamentan el pobre y vergonzante desempeño del Ministerio Público, que no pudo probar la culpabilidad del acusado, y que para enfrentar el juicio no garantizó la presencia de la médico legista, vital para sostener el caso y conseguir una sentencia condenatoria.
No obstante, la responsabilidad de cómo se integran las carpetas de investigación y cómo se enfrentan los juicios es responsabilidad de la Fiscalía, a cargo de Uriel Carmona Gándara, que no solo enfrenta un rezago de más de 12 mil investigaciones, sino que incluso un solo agente del Ministerio Público tiene que atender entre cuatro y cinco casos y juicios al mismo tiempo, de acuerdo a lo referido por Omar Alexandro López Ortiz, presidencia de la Asociación de Agentes y ex Agentes del Ministerio Público en Morelos.
Fue en septiembre de 2021, en Miacatlán, cuando fue asesinado Tito G. H., quien alrededor de mediodía del cuatro de ese mes, fue secuestrado por cuatro personas. Se lo trasladó a una casa en la colonia Atzompa, en ese mismo municipio, donde fue recibido por José Manuel O. S., alias “Casino”, uno de los presuntos colaboradores de “El Señorón”, quien habría ordenado su ejecución.
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Lamentablemente, el cadáver de Tito fue encontrado en el denominado Campo del Llano, en un camino de terracería que conecta Miacatlán con la Ranchería El Paredón. El joven campesino y jardinero fue asesinado brutalmente, según los informes iniciales.
La FGJ de Morelos había ofrecido una recompensa de hasta 500 mil pesos por la captura de “El Señorón”, pero el resultado es que el juicio se perdió por la falta de pruebas contundentes y debido a la ausencia de la testigo clave: la médico legista, que debía confirmar la causa real de la muerte.
Las diversas inconsistencias con que fue armado el caso y la falta de pruebas motivaron que los juzgadores absolvieran a Francisco Javier Rodríguez Hernández de homicidio calificado. Por ahora, sigue en prisión preventiva en el Centro Federal de Readaptación Social número 12, en Ocampo, Guanajuato, donde enfrenta otros procesos judiciales. Para variar, la Fiscalía no ha informado claramente sobre este caso, a pesar de que el ahora absuelto fue considerado por la propia autoridad responsable de la procuración de justicia como un peligroso delincuente.