Las reformas afectan a los ciudadanos

Las reformas afectan a los ciudadanos
Daniel Espina Pérez Vie, 27/09/2024 - 13:15

¿De qué manera afectan las reformas constitucionales recién aprobadas al Presidente AMLO a los ciudadanos comunes?
Esta es una pregunta que muchos mexicanos se deben hacer de manera reflexiva y analítica. Es decir, sin desviaciones emocionales o políticas. 
Enfoquémonos en la Reforma Judicial, por el día de hoy. 
Las actividades normales de los ciudadanos comunes, son las de trabajar para mantenerse a sí mismo o a una familia, desarrollando su actividad en una oficina, en una fábrica, operando una máquina, o un vehículo. Enseñando si trabaja en la educación, tener una responsabilidad como parte del servicio público, etc. Una y mil formas de desarrollar una actividad económica para generar un ingreso. 
Pero en el desempeño, de forma directa o indirecta, tiene la necesidad de realizar trámites ante el gobierno en cualquiera de sus tres órdenes, Municipal, Estatal o Federal, en cualquiera de los tres poderes por los que se integra el Estado Mexicano, el poder Ejecutivo, el Judicial o el Legislativo. 
Por ejemplo, suponemos que uno de sus hijos estudia un nivel educativo cualesquiera de las escuelas públicas (esto es solo un ejemplo, pero puede suceder en la salud, en el campo, en los negocios, ante hacienda, etc.) y por alguna razón el director de esa escuela le niega la entrega de un certificado de estudios. Usted puede recurrir a las autoridades de ese sector y posiblemente le resuelvan. Pero pensemos que existen intereses oscuros para no entregarle el certificado y no le resuelven. La primera instancia es una demanda ante un fiscal o agente del ministerio público, pero también ahí no le resuelven y se desarrolla el procedimiento judicial, porque esas autoridades cometieron un delito, pero vámonos al extremo y no hay solución al conflicto. Y resulta una sentencia en contra suya. Tiene el recurso de recurrir al amparo, que es todo un instrumento jurídico creado en favor de los gobernados del Estado mexicano. El juicio de amparo se lleva a cabo ante un juez federal, un Tribunal Colegiado o la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ciertamente que como en todo, existen buenos y malos juzgadores. Buenos, a quienes les interesa realmente servir y hacer justicia, con toda la esencia de un servidor público, que se han formado con capacitación continua en el ámbito judicial. Es lo que han llamado Carrera Judicial. Es una educación que les permite arribar a cargos más altos. Los ministros y magistrados así deberían ser elegidos, pero como participan los gobernantes en turno, esos nombramientos se politizan y llegan a ser elegidos personajes con ciertos intereses. Existen los malos que se rigen por motivos particulares. También existen los malos manejos del presupuesto dedicado al poder judicial, igual que en el Ejecutivo y en el Legislativo. Desafortunadamente en nuestro país, la cultura del enriquecimiento ilícito, la corrupción y el desvío de recursos públicos, están a la orden del día en todo el Gobierno mexicano. Bueno, también en el poder judicial existe el nepotismo, el amiguismo, igual, que también en los otros poderes. Hoy, el presidente AMLO, con el objeto velado de tener el control del Poder Judicial, propuso esas sendas reformas, en donde los jueces, magistrados y ministros sean elegidos mediante el voto popular. El problema que se visualiza es que al ser elegidos y sin carrera judicial, porque el requisito es que sea abogado, las decisiones como juzgadores se agravan y no habrá una justicia equitativa. Y suponga que su caso cae en manos de un juez de este tipo, ya sea para juzgar o para un juicio de amparo, ¿usted cree que va a tener un resultado que beneficie a sus intereses como ciudadano? Difícilmente será así. Piense usted. La siguiente semana escribiremos de la Reforma de la Guardia Nacional.

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