GRAVE ACUSACIÓN. La acusación hecha por 13 magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Morelos es de una gravedad alarmante. El hecho de que en el examen para seleccionar a cinco jueces se haya señalado que las respuestas de algunos aspirantes estaban "precargadas" en las computadoras es una denuncia que no puede tomarse a la ligera. Esta situación no solo compromete la integridad del proceso de selección judicial, sino que también pone en entredicho la confianza en el sistema de justicia de nuestro estado. La denuncia exige una respuesta contundente y urgente. Es necesario que la Fiscalía Anticorrupción abra una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y determinar si ha habido alguna irregularidad que comprometa la transparencia y la legitimidad de este proceso. La justicia debe ser un pilar fundamental en cualquier sociedad, y permitir que prácticas corruptas entren en este ámbito es un atentado contra el estado de derecho. Es fundamental que los ciudadanos exijan claridad y resultados en esta investigación. No podemos permitir que la corrupción socave la confianza en nuestras instituciones. La justicia debe ser imparcial y estar basada en méritos reales, no en favoritismos ni en manipulaciones. La sociedad morelense merece un sistema judicial que actúe con integridad y que esté a la altura de las expectativas de sus ciudadanos.
OTRA VEZ. Una vez más, el senador Gerardo Fernández Noroña se encuentra en el centro de la polémica, esta vez tras un incidente en el que un ciudadano lo enfrentó después de que el legislador lo insultara y lo intentara amedrentar. Este tipo de comportamientos no son nuevos en Noroña, quien ha cultivado una imagen de confrontación y desdén hacia quienes critican su labor. Es preocupante que un representante del pueblo, que debería actuar como modelo de civismo y respeto, recurra a la agresión verbal y a la intimidación. Lamentablemente, este episodio refleja una tendencia más amplia en la política actual, donde el respeto y la cordialidad parecen haber quedado relegados. La falta de respeto de Noroña hacia el ciudadano no solo es un insulto a la persona afectada, sino que también es un agravio a la ciudadanía en su conjunto. A este tipo de actitudes, que muchos consideran propias de un “barbaján ordinario”, no se les puede conceder espacio en un sistema democrático que debería valorar el diálogo y el respeto mutuo. Además, la percepción de corrupción que rodea al senador es otro factor que contribuye a su baja credibilidad. En lugar de comportarse como un líder que busca el bienestar de su electorado, sus acciones lo posicionan como un político que actúa en función de intereses personales y que no tiene reparos en menospreciar a quienes lo cuestionan. Esta falta de ética y de respeto hacia la ciudadanía es un recordatorio de la necesidad de exigir mayores estándares de conducta de nuestros representantes. El incidente con el ciudadano no solo pone de manifiesto una vez más la problemática actitud de Noroña, sino que también invita a la reflexión sobre el tipo de políticos que queremos en nuestros espacios públicos. La política debe ser un terreno de respeto y diálogo, no de agresiones ni de amedrentamientos.
DÍA CERO. Hoy se perfila como un día crucial en el Congreso de Morelos, ya que se espera que se defina finalmente la integración de la Comisión de Hacienda, un órgano clave para el manejo de los recursos públicos en el estado. La atención se centra en el Partido Acción Nacional (PAN), que parece tener la delantera para hacerse con esta importante comisión, lo que podría tener implicaciones significativas para la política fiscal y económica de Morelos en los próximos años. La posibilidad de que cualquiera de los tres diputados del PAN asuma la presidencia de la Comisión de Hacienda no solo destaca la influencia que este partido tiene en el Congreso, sino que también plantea interrogantes sobre cómo se manejarán las finanzas estatales. En un contexto donde la transparencia y la rendición de cuentas son más importantes que nunca, será fundamental observar cómo el PAN utiliza este poder para beneficiar a la ciudadanía. Por otro lado, el Partido del Trabajo (PT) ha manifestado su intención de pelear por esta comisión, lo que añade un componente de competencia al proceso. La lucha por la presidencia de la Comisión de Hacienda podría reflejar una mayor disputa por el control de las decisiones financieras en el estado, y su desenlace será crucial para entender la dinámica política en Morelos. La Comisión de Hacienda no solo se encarga de analizar y dictaminar el presupuesto estatal, sino que también tiene un papel fundamental en la fiscalización del gasto público. Por lo tanto, la manera en que se configure esta comisión tendrá repercusiones directas en la gestión de los recursos y en la implementación de políticas que impacten a todos los morelenses.
PELIGRO. La situación en el mercado Adolfo López Mateos, la central de abasto más grande del estado de Morelos, es alarmante y exige atención inmediata. La declaración de la secretaria de la Policía Municipal de Cuernavaca, Alicia Vázquez Luna, sobre la transformación de este importante espacio comercial en un "punto rojo" debido a la venta de sustancias ilegales, refleja una realidad preocupante que no puede ser ignorada. Este mercado, que históricamente ha sido un lugar de intercambio y convivencia para miles de morelenses, se ha visto afectado por un fenómeno de violencia y delincuencia que pone en riesgo tanto a los comerciantes como a los consumidores. La proliferación de actividades ilícitas no solo afecta la seguridad de quienes transitan por el lugar, sino que también impacta la economía local y el tejido social de la comunidad. Lo que debería ser un espacio de comercio y desarrollo se ha convertido en un foco de inseguridad. El incremento de la violencia en el mercado Adolfo López Mateos pone de manifiesto la necesidad de una respuesta efectiva y coordinada por parte de las autoridades. Es fundamental que se implementen estrategias que no solo aborden la situación inmediata, sino que también ataquen las causas subyacentes de la delincuencia. Esto implica trabajar en conjunto con los comerciantes, quienes son los primeros en sentir los efectos de la inseguridad, así como con la comunidad para crear un entorno más seguro y propicio para el comercio. Además, es crucial que las autoridades municipales refuercen la presencia policial en el área y establezcan medidas que garanticen la seguridad de los ciudadanos. El despliegue de recursos y la colaboración con otras instancias de seguridad son pasos necesarios para recuperar el control de un espacio que ha sido vital para la economía de Cuernavaca y del estado en general.