Morena La Deuda Vigente

Vuelta a la izquierda

Morena como bien lo dice el eslogan es la esperanza de México y su líder moral, el Presidente de México saliente, es su mejor ejemplo de ello. Morena desde su fundación genero una expectativa de cambio sobre todo en la manera de hacer política, sin embargo, esto con el paso del tiempo se ha logrado de manera parcial, por una diversidad de situaciones por la que atraviesa el país y que arrastran el quehacer de un partido que hoy gobierna a México.
El primer presidente nacional del CEN de Morena fue Martí Batres Guadarrama y al mismo tiempo Andrés Manuel López Obrador fue nombrado presidente del Consejo Nacional de Morena. En teoría quien debería de haber estado muy activo en los 32 estados de la república debió de haber sido el presidente del CEN, pero dadas las circunstancias quien asumió esa responsabilidad fue el presidente del Consejo y el presidente del CEN tuvo un desempeño más de espectador y, eso sí, con mucha actividad política y social en la capital del país.
Andrés Manuel López Obrador continuó como presidente del CEN de Morena hasta que fue designado candidato presidencial y lo sustituyó Yeidckol Polensky quien era la secretaria general del partido y por estatutos fue la sustituta designada. El siguiente residente del CEN fue Alfonso Ramírez Cuellar y el actual continúa siendo Mario Delgado Carrillo hasta que asuma como próximo secretario de Educación en el gabinete de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Se espera que lo sustituya la actual secretaria de Gobernación Luisa María Alcalde Luján, esto a partir de que lo determine el congreso nacional de Morena en próxima sesión el domingo 22 de septiembre.
La expectativa que genera la llegada de María Luisa Alcalde es bastante positiva porque es una compañera joven, pero con vasta experiencia política, maestra en derecho, diputada federal, y dos cargos el en gabinete del actual Presidente de México. Su madre es Bertha Lujan ex secretaria general de Morena y ex presidenta del Consejo de Morena, importante mencionarlo porque ahora su hija será la próxima dirigente del partido que gobierna actualmente en México.
La importancia de la designación radica en el origen y la ideología de la próxima dirigente de Morena. La formación de izquierda de Luisa María genera un halo de esperanza en términos de darle dirección política e ideológica al partido, tan necesaria en tiempos de exceso de pragmatismo inescrupuloso. Ese mismo criterio debe ser adoptado en los estados que van a renovar presidencia y secretaria general, como es el caso de Morelos. 
El actual dirigente estatal de Morena no es un cuadro de izquierda y no tiene formación política, es un espacio que se ocupó como pago de cuota por acuerdo, sin criterio de ningún tipo sino solo por amiguismo y el pago de cuotas. Esa decisión daña a un instituto político, porque las decisiones que se toman no son decisiones con un criterio político y mucho menos ideológico, sino decisiones inmediatistas y pragmáticas que no ayudan al crecimiento de la base social del partido. Mucho se habla de las estructuras partidistas, pero Morena carece de ella porque quienes han dirigido al partido en Morelos, no les ha interesado construir de la mano con militantes y simpatizantes, sino que solamente han aprovechado las coyunturas y circunstancias para beneficiarse de manera personal, por ello la tan preciada estructura de Morena solo es una ilusión que se desvanece siempre que termina algún proceso electoral.
La importancia que tiene el tomar una decisión trascendente en Morena es quién será el próximo dirigente del partido en Morelos. El designado no puede tener las mismas características que los anteriores incluyendo al actual, debe tener legitimidad ideológica y social, no puede ser alguien cuestionado en su pasado por temas de transparencia o corrupción, es necesario ser de izquierda y ser avalado por militantes y simpatizantes de Morena. Hoy hay muchos que pretenden colgarse del partido para intentar sacar algún tipo de provecho, hay quienes ingenuamente les abren la puerta sin darse cuenta que están actuando como el caballo de Troya, por eso es importante buscar el consenso de la verdadera militancia y simpatizantes, para dejar de lado a los arribistas y oportunistas, que es una de tantas formas de ese pragmatismo que tanto daña a los verdaderos proyectos de izquierda.

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