¿Y la mina?

Mirador 21

El proyecto minero "Esperanza" en el norponiente de Morelos ha despertado una fuerte oposición por parte de diversas comunidades, organizaciones y jóvenes comprometidos con la defensa del territorio y el medio ambiente. La explotación de oro y plata propuesta por la empresa Zacatecas Silver representa una seria amenaza para el patrimonio natural y cultural de la región, así como para la salud y el bienestar de las personas que habitan en sus alrededores.
De acuerdo con información del Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, la concesión de 15 mil 025 hectáreas abarca zonas de selva baja caducifolia, núcleos agrarios y el Cerro del Jumil, sitio arqueológico de Xochicalco, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. La apertura de tajos a cielo abierto, la utilización de cianuro y la extracción masiva de agua pondrían en riesgo la integridad del territorio y de sus habitantes.
La resistencia al proyecto minero ha sido constante y diversa, con la participación activa de ambientalistas, campesinos, académicos, comunidades indígenas y jóvenes de diversas localidades. La lucha se ha manifestado a través de acciones legales, movilizaciones sociales, campañas en redes sociales y actividades de concientización en el territorio.
Las Guardianxs del territorio, colectiva conformada por jóvenes de las comunidades, han desarrollado actividades para fortalecer el vínculo con la tierra y promover una visión alternativa a la propuesta destructiva de la empresa minera. Por su parte, las juventudes urbanas de Cuernavaca han encontrado en la lucha digital una herramienta poderosa para visibilizar y denunciar los impactos negativos del proyecto "Esperanza".
Gracias a la movilización ciudadana y a la presión ejercida sobre las autoridades, la Semarnat se ha comprometido a no otorgar nuevos permisos de explotación minera en el país. Sin embargo, la lucha continúa para lograr la cancelación definitiva de las concesiones otorgadas a Zacatecas Silver y proteger el territorio del norponiente de Morelos de la voracidad de la industria extractiva.
Los grupos organizados insisten en la necesidad de mantener la resistencia y la unidad en la defensa del territorio, la cultura y el medio ambiente. El dragón que duerme en el norponiente de Morelos no debe despertar, y dependerá de la determinación y el compromiso de todas y todos evitar su despertar. La lucha contra la mina "Esperanza" es la lucha de un pueblo que se niega a sacrificar su patrimonio en aras del beneficio de unos pocos.
Es grande la posibilidad de que resurja el proyecto minero con el cambio de gobierno, pero seguros estamos que específicamente Margarita González Saravia, gobernadora electa, no comulga con ese tipo de proyectos.

Tags