Mitos y hechos

Mitos y hechos

CIFRA NEGRA. Es preocupante y lamentable la situación de violencia que ha prevalecido en el estado de Morelos durante el sexenio de Cuauhtémoc Blanco, con un total de 6,243 homicidios dolosos registrados desde octubre de 2018 hasta septiembre de 2024. Estas cifras sitúan a Morelos en el segundo lugar a nivel nacional en violencia, lo cual refleja una realidad alarmante y dolorosa para la población de la entidad. El incremento de los homicidios, con cifras tan elevadas como 75 en el mes de agosto de 2024 y 41 en lo que va de septiembre del mismo año, evidencia la gravedad y la urgencia de abordar de manera efectiva y contundente el problema de la inseguridad en la región. La violencia y la pérdida de vidas humanas no pueden ser toleradas ni normalizadas en ningún contexto. Es responsabilidad de las autoridades locales, estatales y federales, así como de la sociedad en su conjunto, trabajar de manera coordinada y comprometida para combatir la violencia, investigar y sancionar a los responsables, y brindar protección y seguridad a la ciudadanía. Es fundamental que se implementen estrategias integrales y sostenibles que aborden las causas subyacentes de la violencia y promuevan la paz y la convivencia pacífica en Morelos. La estela de muerte dejada en Morelos durante la gestión de Cuauhtémoc Blanco como gobernador es un recordatorio doloroso de la necesidad de un cambio profundo y efectivo en las políticas de seguridad y justicia en la entidad. La memoria de las víctimas merece justicia y un compromiso real por parte de las autoridades y la sociedad para prevenir y erradicar la violencia en todas sus formas.

APRESURADOS. Ante el preocupante escenario de violencia que ayer  cobró la vida de 10 personas en homicidios dolosos en la zona metropolitana de Cuernavaca, es necesario reflexionar sobre la respuesta de las autoridades y la percepción de la ciudadanía respecto a la seguridad en Morelos. Las declaraciones del secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo, y de los jefes policiacos, atribuyendo los homicidios a enfrentamientos entre supuestos grupos delictivos, plantean interrogantes sobre la eficacia de las estrategias de seguridad implementadas en la entidad. Si bien es importante investigar y esclarecer los hechos de violencia, resulta fundamental cuestionar qué acciones concretas se están tomando para prevenir y combatir la delincuencia organizada en la región. La sensación de impunidad y vulnerabilidad que permea en la sociedad morelense ante la persistencia de la violencia y la aparente inacción de las autoridades para contenerla es alarmante. La percepción de que las autoridades "saben o dicen saber" lo que ocurre, pero no logran brindar la seguridad y la tranquilidad que la población necesita, genera desconfianza y descontento. Es indispensable que las autoridades asuman su responsabilidad de manera efectiva y transparente en la lucha contra la delincuencia organizada, garantizando la protección de la ciudadanía y el respeto a los derechos humanos. La cooperación entre los distintos niveles de gobierno, el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia, así como la participación activa de la sociedad civil, son elementos clave para enfrentar el desafío de la violencia en Morelos. Es momento de pasar de las declaraciones a la acción concreta, de la investigación a la prevención, y de la respuesta reactiva a la estrategia integral y sostenible que permita construir un estado de paz y seguridad para todas y todos los habitantes de Morelos. La seguridad de la ciudadanía no puede seguir siendo vulnerada por la presencia y el accionar impune de la delincuencia organizada. 

DESCARO. La transformación de Cuauhtémoc Blanco de gobernador de Morelos a diputado federal ha generado diversas reacciones y críticas en el ámbito político y social. Su presencia activa en redes sociales, donde presume su nueva imagen como flamante legislador, ha llamado la atención por el contraste entre sus publicaciones sobre fiestas, cumpleaños y taquizas, y la falta de abordaje de temas relevantes para el estado de Morelos. Es preocupante que, a pesar de ostentar el cargo de diputado federal y representar los intereses de la ciudadanía, Cuauhtémoc Blanco parezca haber dejado de lado los asuntos prioritarios y urgentes que afectan a la población de Morelos. La ausencia de reflexiones, propuestas o acciones en relación con la situación de violencia, inseguridad, desarrollo económico, educación, salud u otros temas fundamentales para el estado resulta desconcertante y cuestionable. Es importante que los representantes políticos mantengan un compromiso activo y constante con las necesidades y demandas de la ciudadanía, trabajando en la construcción de soluciones efectivas y en la promoción del bienestar colectivo. La responsabilidad de un legislador va más allá de la mera presencia en eventos sociales o la promoción de su imagen personal, implicando un verdadero compromiso con la labor legislativa y la defensa de los intereses de la población que representa. Ante la falta de atención y enfoque de Cuauhtémoc Blanco en asuntos relevantes para Morelos, es necesario que la ciudadanía esté atenta y exigente en cuanto al desempeño y la rendición de cuentas de sus representantes políticos.

SE FUE. La salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD) del escenario político mexicano después de 35 años representa un hito significativo en la historia política del país. A lo largo de su trayectoria, el PRD ha desempeñado un papel fundamental en la consolidación del régimen democrático en México y en la creación de instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE) que han contribuido a fortalecer el sistema democrático. Es innegable que el PRD ha dejado una huella importante en la historia política de México, marcando momentos clave y contribuyendo a la construcción de un sistema político más plural y participativo. Sin embargo, también es cierto que el partido ha enfrentado diversos retos y transformaciones a lo largo de los años, lo que ha llevado a su salida del escenario político en el momento actual. Ante la despedida del PRD, surge la pregunta sobre qué sigue para México sin la presencia de este partido político. Muchos de los que formaron parte de sus filas han migrado hacia otros partidos, como MORENA, lo que podría reconfigurar el panorama político y generar nuevos dinamismos en la vida pública del país. Es fundamental que, más allá de la salida del PRD, se mantenga un compromiso constante con los principios democráticos, la pluralidad política y el respeto a los derechos de todas y todos los ciudadanos. La diversidad de opciones políticas enriquece el debate público y fortalece la democracia, por lo que es importante que las fuerzas políticas restantes asuman el reto de representar de manera efectiva los intereses y necesidades de la sociedad mexicana. El legado del PRD en la historia política de México no debe ser subestimado, y su despedida marca el fin de una etapa y el comienzo de nuevos desafíos y oportunidades para la construcción de un país más justo, equitativo y democrático.

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