Requieren apoyo para atender a bebé en el hospital ortopédico de la CDMX

Se abre una esperanza de atención médica especializada y profesional para un bebé de siete meses de edad, con una cirugía que le permita tener una vida como los demás niños

Se abre una esperanza de atención médica especializada y profesional para un bebé de siete meses de edad, con una cirugía que le permita tener una vida como los demás niños. Sin embargo, su madre requiere de la solidaridad y apoyo de la gente para costear los traslados a la Ciudad de México y pagar la cirugía.
Anee Geraldine Navarro Lezama y su esposo enfrentan el reto de corregir un padecimiento genético denominado Pie Equinovaro que, de no ser atendido y corregido ahora que el pequeño tiene siete meses de edad, puede impedirle caminar y jugar como el resto de los niños, llevar una vida normal.
Hay un hospital especializado en ortopedia y pediatría en la Ciudad de México que puede brindarle atención al pequeño, prepararlo a fin de realizar la cirugía y encargarse de su rehabilitación para un sano desarrollo, pero Anee Geraldine y su esposo no cuentan con los recursos suficientes, por eso están acudiendo a la generosidad de la gente para ser apoyados con recursos.
Juan Pablo es el pequeñito que requiere la cirugía y tratamiento. Ajeno al esfuerzo que sus padres hacen por procurarle una vida normal, ya se revuelve inquieto en su carriola, deseoso de ponerse en pie y mirar al mundo desde ella, para correr a su encuentro. Sin embargo, el bebé aún no sabe que eso será imposible si sus padres no consiguen apoyo.
Geraldine Navarro vende dulces en la Plaza de Armas. Su bebé va al frente, en la carriola empujada por las amorosas manos de su madre, cuya mente en ocasiones se nubla ante la impotencia de no poder procurarle, por sus propios medios, la salud a su angelito.

 

Puedes leer: Va Gobierno de Morelos a la caza de los autos con permisos de Guerrero


La angustia de ver pasar el tiempo y lo que se complicarán el tratamiento y la cirugía sacuden su corazón. Las intensas lluvias, que le impiden salir a vender dulces para reunir los recursos necesarios, son desesperantes, porque constituyen un día en contra de la salud de Juan Pablo. Y saber que no puede arriesgarlo con un clima tan cambiante a una enfermedad respiratoria le impide salir en busca de recursos.
La esperanza de un hospital en la Ciudad de México, especialista en ortopedia y pediatría, le inunda el corazón al conocer que otras personas con problemas similares le han dado referencias positivas. Pero el corazón se desgarra porque, si bien hay una puerta a la salud de Juan Pablo para verlo correr un día con el resto de los niños, el vacío en los bolsillos le recuerda la realidad: ella y su esposo no tienen lo suficiente para los traslados, solicitar consulta, valorar el costo de la operación y tratamiento, para que la pesadilla termine…
Anee Geraldine y su pequeñito Juan Pablo requieren la ayuda de todos. Y aquellos cuya generosidad los anime, pueden comunicarse con ella al teléfono 52 444 551 35 60.