NEXT. El nuevo desplante de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, hacia el todavía gobernador Cuauhtémoc Blanco, refleja las tensiones políticas y cambios de poder que se están dando en el país. La convocatoria de Sheinbaum a los gobernadores salientes ligados o con intereses en común con la cuarta transformación, para incorporarlos a su equipo cercano, deja en evidencia la intención de la nueva administración de establecer alianzas estratégicas y sumar colaboradores que compartan su visión política. La exclusión de Cuauhtémoc Blanco de esta reunión y la actitud de Sheinbaum al referirse a él como "uno más" evidencian la falta de consideración y respeto hacia el actual gobernador de Morelos. Esta situación pone de manifiesto las diferencias y posibles tensiones entre ambos líderes políticos, así como la forma en que se están reconfigurando las relaciones de poder en el ámbito político mexicano.. La inclusión y la construcción de consensos son fundamentales para fortalecer la democracia y garantizar una transición ordenada y en beneficio de la sociedad, pero en el caso del Cuauh es obvio que no representa un atractivo político para la primera mujer presidenta que tendrá nuestro país.
OPERACIÓN ESPÍA. La propuesta del comisionado estatal de seguridad, José Antonio Ortiz Guarneros, hacia la gobernadora electa Margarita González Sarabia, dicen personajes ligados al equipo de transición radica en utilizar a Mario Isaac Santomé, hombre de las confianzas del comisionado para llevar a cabo labores de inteligencia con el objetivo de espiar y controlar a posibles enemigos políticos, empresariales, periodistas y activistas, es sumamente preocupante y alarmante. El papel de la próxima Secretaría de seguridad pública del Estado no debería ser utilizado como un instrumento de persecución política o control de la sociedad. La labor de inteligencia debe estar enfocada en proteger a los ciudadanos, prevenir delitos y garantizar la seguridad de todos, no en espiar y controlar a aquellos que puedan representar una amenaza para el poder establecido. Es fundamental que la gobernadora electa Margarita González Sarabia rechace esta propuesta y garantice que la labor de inteligencia se realice de manera ética, legal y respetando los derechos fundamentales de los ciudadanos. El uso indebido de la información y el espionaje político solo generará desconfianza y división en la sociedad, y atentará contra los principios democráticos de un Estado de derecho.
VAN DE NUEZ. La nueva investida del Gobierno del Estado, encabezado por Cuauhtémoc Blanco, en contra del fiscal General del Estado, Uriel Carmona, es una muestra más de la lucha de poder y los intereses políticos que están en juego en Morelos. La controversia en torno al manejo de las nóminas de la fiscalía se convierte en el centro de la discusión, pero detrás de esto parece haber una clara intención de descalificar al fiscal para allanar el camino hacia su destitución. La estrategia de desgaste hacia Uriel Carmona parece ser una táctica para debilitar su posición y facilitar su remoción una vez que lleguen nuevas autoridades al poder. Aunque no podemos defender al fiscal sin conocer todos los detalles de la situación, es preocupante que su figura siga siendo objeto de odios, rencores y venganzas por parte del equipo de Cuauhtémoc Blanco. Es fundamental que en medio de estas disputas políticas, se respeten los principios de legalidad, transparencia y justicia. El uso de tácticas de desgaste y manipulación para remover a un funcionario público no contribuye a la estabilidad y la confianza en las instituciones. Es necesario que se actúe con ética y responsabilidad en la toma de decisiones que afectan la vida de los ciudadanos y el funcionamiento del Estado de derecho.
LA CATEM. El sindicalismo en México ha experimentado cambios significativos con la llegada de la cuarta transformación en 2018, liderada por Andrés Manuel López Obrador. Durante décadas, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) fue la principal organización sindical en el país, representando a diversas agrupaciones laborales. Sin embargo, con la nueva realidad política, se ha propiciado la creación de una nueva sindicatura que busque representar de manera más integral a los trabajadores, especialmente aquellos vinculados a los sistemas productivos.
En este contexto surge la denominada Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), liderada por el senador Pedro Haces, como una alternativa que está ganando terreno en el ámbito sindical en México. La reciente presentación del comité estatal de Morelos de la Catem, con la presencia de figuras que tuvieron relevancia en la CTM, así como otros personajes de la vida pública local, refleja la consolidación de esta nueva corriente sindical. Es importante reconocer que la Catem está tomando un rol protagónico en el sindicalismo mexicano, pero también es necesario ser cautelosos ante la posible instrumentalización de esta organización para fines políticos. La presencia de figuras como Eduardo Becerra Pérez, quien generó controversia durante su cargo como secretario de gobierno en el pasado, plantea interrogantes sobre la verdadera agenda de algunos actores en este nuevo escenario sindical. Es fundamental que el sindicalismo en México se fortalezca con transparencia, democracia interna y respeto a los derechos laborales de los trabajadores. La aparición de nuevas organizaciones sindicales puede representar una oportunidad para renovar y democratizar este ámbito, siempre y cuando se garantice la autonomía de las organizaciones y se evite la instrumentalización con fines políticos.