Hay una frase muy usada en México que dice “candil de calle, oscuridad de su casa”. Es utilizada cuando se quiere señalar que una persona o grupos de personas se preocupan y ocupan por mejorar situaciones o querer participar en mejorar las condiciones de otras personas u otros pueblos, pero no nos preocupamos u ocupamos por nuestra casa o nuestro pueblo. Es una expresión literal que viene a aplicarse muy bien a lo que está sucediendo en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro resultó electo y re electo en el último proceso electoral de ese país. Los mexicanos ahora ya sabemos cómo se llevan a cabo esas elecciones.
Pero ¿por qué viene a colación la frase, Maduro, Venezuela y los mexicanos?
Simplemente porque los mexicanos no fuimos capaces de contrarrestar y determinar una elección en donde no influyera la entrega de dinero disfrazado de programas sociales a más de 30 millones de mexicanos, cosa que inclinó la balanza de forma definitiva en la elección del 2 de junio. Nos faltó arrestos para aportar, participar y definir una elección. Y no escribo del proceso electoral que inició en septiembre de 2023. El presidente AMLO comenzó a hacer campaña en diciembre de 2018, en su toma de posesión, prometiendo bajar los costos de combustibles, aumentando la pensión a os adultos mayores y tantas promesas más, como si fuera campaña, prometió en su discurso del 1º. de diciembre de 2018. La candidata oficial fue designada por el mismo presidente de la República al menos desde el año 2021. Es decir, la campaña política ya estaba en marcha. Lo que a Obrador le ocupó 12 años llegar, ya en la presidencia, lo único que le ocupó fue manejar todo a su antojo.
Aunado a lo anterior, las decisiones de modificar al INE, de detener el nombramiento de los consejeros del INAI, la elección de Ministros y de la presidencia de la SCJN, todo fue, parte de la campaña del presidente, rumbo a una elección que le garantizara el triunfo. ¡Y claro que le funcionó! Hoy vemos los resultados.
A todo lo anterior, los mexicanos que no comulgamos con el proyecto nacional del presidente, no fuimos capaces de contrarrestarlo. Y podemos tener miles de argumentos. Extrema confianza, sobre valuar la persona de la candidata de la oposición, “no tenemos tiempo para andar en la campaña”, “tengo que trabajar”, “que lo hagan otros” entre otros razonamientos.
Por lo anterior, me atrevo a decir que no tenemos valor y calidad moral para opinar acerca de la elección de Venezuela, cuando en donde nosotros somos protagonistas, no lo hicimos.
Hoy nuestros hermanos venezolanos están luchando por acabar con la presidencia de un personaje, que a todas luces es dictador, ambicioso, que está destruyendo una democracia, que quiere apagar las voces del pueblo. Que quiere meter a la cárcel y subrepticiamente asesinar a los opositores, con el objeto de imponer la reelección.
Lo más que podemos hacer es desearles a los hermanos venezolanos que mediante la lucha social, el activismo, la protesta, logren resolver la transición por la que están pasando.
Y nosotros los mexicanos debemos retomar la lucha democrática para determinar lo necesario y podamos resolver también para restablecer la democracia.
Existen millones de mexicanos que desean restituir la república, la división de poderes del estado, que la seguridad en las calles se restablezca. Educación, salud, trabajo y justicia deben ser el denominador para cada acción política y social que realicen cada uno de los mexicanos.
Vamos a iluminar a nuestro entorno, abramos los ojos y nuestra mente para darnos cuenta del daño que está ocasionando el proyecto de la 4T, organicémonos y no dejemos de luchar.