La falta de ética y compromiso social de la mayoría de medios escritos y electrónicos de información ha derivado en una profunda ausencia de credibilidad que origina una crisis financiera de los mismos; el lector -cada vez son menos los que compran periódico-, radioescucha y televidente en su mayoría dejaron de creer en lo que se les informa.
Medios de alcance nacional, entre ellos las dos otrora poderosas cadenas de televisión, TV Azteca y Televisa, así como noticieros de radio, de acuerdo a estudios recientes en la materia, pasan por su peor momento de credibilidad social, porque puede decirse que, en particular, durante la actual administración federal de la 4T, se han dedicado a desinformar, por el conflicto de intereses que traen, pues dejaron de ser beneficiados con sendos contratos de publicidad oficial a cambio de cuidar la imagen gubernamental.
Esa mayoría de medios desarrolló campañas negras en contra de los candidatos de Morena y aliados durante las campañas electorales del 2021 y 2024, en una perversa alianza con panistas y priístas, intentando el regreso al control del poder público en México, que para ellos significaba recuperar toda clase de privilegios y componendas que incluían entre otras cosas, el no pagó de impuestos como ocurre con Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV Azteca y cadenas comerciales. Sin medir consecuencias, propalaban noticias falsas, que con el tiempo les fue causando descredito y hasta repudio colectivo.
Y es que a diferencia de otros tiempos, cuando esos medios monopolizaban la información y lo que informaban se daba por hecho, hoy con el avance de las redes sociales, nadie es dueño de ella y con suma rapidez se conoce la verdad de cualquier suceso.
Figuras de medio informativo, conductores de noticieros nacionales y hasta en el extranjero como Carlos Loret de Mola de Latinus, Ciro Gómez Leyva o Joaquín López Dóriga andan hoy día en su peor rating por desinformar a la audiencia, pero en general, la absoluta mayoría de medios de gran alcance sufren las mismas consecuencias.
Está considerado que la prensa escrita desaparezca gradualmente por el efecto de la información en línea, que lleva el mensaje en el mismo instante en que ocurre y en cualquier parte del mundo. Los otros medios tendrán que aplicar políticas editoriales de seriedad y veracidad en su información para lograr sobrevivir a seis años más, por ahora de la 4T, ya que la política de gobierno en esa materia se advierte que será la misma con Claudia Sheinbaum en la Presidencia de la República.