Mitos y hechos

Mitos y hechos

LADRÓN QUE ROBA A… ayer trascendió el robo a dos marinos adscritos a la Comisión estatal de seguridad, lo cual representa un ejemplo alarmante de la situación de inseguridad que aqueja a nuestra sociedad. El hecho de que estos elementos, quienes se supone deberían velar por la seguridad de los ciudadanos, hayan sido víctimas de un grupo armado es una clara muestra de que la delincuencia ha rebasado a las autoridades. Es preocupante que en lugar de transparentar lo sucedido y buscar soluciones para prevenir futuros incidentes, la corporación estatal haya intentado ocultar y tergiversar la información sobre este caso. Este tipo de actitudes solo contribuyen a socavar la confianza de la ciudadanía en las instituciones encargadas de garantizar su seguridad. Es fundamental que las autoridades asuman su responsabilidad y tomen medidas efectivas para combatir la delincuencia y proteger a los ciudadanos y a sus propios elementos. La impunidad y la falta de rendición de cuentas solo alimentan el ciclo de violencia y corrupción que tanto daño causa a nuestra sociedad. Es hora de actuar con determinación y valentía para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.

SIGUE LA GUERRA. La persistencia de la campaña impulsada por el gobernador Cuauhtémoc Blanco en contra del fiscal Uriel Carmona Gándara es un tema que sigue generando controversia en el estado de Morelos. Las acusaciones que se han hecho públicas, en esta ocasión relacionadas con el manejo de recursos destinados a jubilados y pensionados, así como la supuesta adquisición de un helicóptero, son de suma gravedad y requieren una investigación exhaustiva por parte de las autoridades competentes. De nueva cuenta, en lugar de buscar soluciones constructivas para los problemas del estado, el todavía gobernador está más ocupado en que se esté llevando a cabo una campaña de desprestigio que solo contribuye a polarizar la opinión pública y debilitar las instituciones. En efecto, es fundamental que las acusaciones sean investigadas de manera imparcial y transparente, con el objetivo de esclarecer la verdad y garantizar la rendición de cuentas. En un estado donde la violencia y la corrupción son problemas persistentes, es necesario que las autoridades actúen con responsabilidad y respeto a la ley. Los intereses políticos no deben anteponerse al bienestar de la sociedad, y es imperativo que se garantice la integridad de las instituciones para poder avanzar hacia un Morelos más justo y seguro para todos sus habitantes.

LA MEJOR DEFENSA. En el ámbito político, suele ser común la estrategia de "la mejor defensa es el ataque", y parece que en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco han adoptado este enfoque de manera efectiva. La reciente declaración del encargado de despacho de la Secretaría de Hacienda, Gerardo López Huérfano, sobre las observaciones pendientes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en la administración del exgobernador Graco Ramírez, parece ser un claro intento de desviar la atención de las críticas y señalamientos hacia la actual administración. La constante de este gobierno que está por terminar ha sido esa que en lugar de abordar de manera transparente y responsable las observaciones y señalamientos hechos por la autoridad federal sobre el destino de los recursos en la actual gestión, se recurra a estrategias de ataque para desviar la atención. La rendición de cuentas y la transparencia en el manejo de los recursos públicos son fundamentales para garantizar la confianza de la ciudadanía en sus gobernantes. Es necesario que las autoridades asuman su responsabilidad y se enfoquen en resolver los problemas y deficiencias presentes en la administración actual, en lugar de buscar culpables en administraciones pasadas. La ciudadanía merece un gobierno que actúe con honestidad, ética y compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos. La estrategia de ataque como defensa solo contribuye a socavar la confianza en las instituciones y aleja la posibilidad de construir un mejor futuro para el estado.

HONRA ZAPATISTA. En el marco de los festejos por el natalicio de Emiliano Zapata, es importante reflexionar sobre el legado y la lucha del líder revolucionario en el contexto actual de Morelos. Es cierto que muchos se autodefinirán como agraristas, zapatistas y luchadores sociales en honor a Zapata, pero es fundamental ir más allá de las palabras y reflexionar sobre la verdadera esencia de su lucha. Si Emiliano Zapata estuviera vivo y pudiera ver la situación actual de Morelos, es probable que se sintiera decepcionado al ver cómo persisten la corrupción, la injusticia y la desigualdad en la entidad. Las promesas incumplidas, los actos de corrupción y la falta de compromiso con los ideales zapatistas son una afrenta a la memoria de aquel que luchó por los derechos de los campesinos y la justicia social. Es necesario que los líderes y gobernantes actuales reflexionen sobre el legado de Zapata y se comprometan verdaderamente con la transformación y el bienestar de Morelos. La lucha por la justicia, la igualdad y la dignidad no puede quedarse en meras palabras o gestos simbólicos, sino que requiere acciones concretas y honestas para combatir la corrupción y trabajar en favor de los más vulnerables. Es hora de honrar la memoria de Emiliano Zapata no solo con discursos y ceremonias, sino con un compromiso real y efectivo por construir un Morelos más justo, equitativo y próspero para todos sus habitantes. Solo así podremos verdaderamente honrar el legado de uno de los líderes más emblemáticos de la historia de México.

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