De generosidad y liderazgo

La historia de Griselda Hurtado Calderón, es la de una empresaria exitosa, generosa e imparable; de una mujer que conoce todos y cada uno de los pasos para consolidar un negocio, hacerlo crecer y convertirlo en una empresa líder. Entiende lo mismo el lenguaje del más pequeño empresario del sector gastronómico que de los niveles de excelencia culinaria, que manejan los chefs internacionales. Habla lo mismo con una cocinera tradicional, que con un gran inversionista, porque sabe que todos somos iguales y que, de tener las mismas oportunidades, todos podemos sobresalir.  
No es casualidad que Griselda Hurtado Calderón, se encuentre entre los 100 líderes destacados en el sector restaurantero en el país: sabe de calidad en los productos, de la sazón de las cocineras tradicionales de Morelos y se atreve a innovar con los sabores y olores… pero también sabe de liderazgos y de compromisos; de transparencia y de la palabra cumplida. 
La de Griselda Hurtado Calderón, es una historia de  gran generosidad y liderazgo; de vínculos constantes y crecientes con la comunidad artística morelense, que la ha llevado a contar con una colección muy importante, no solo de obras, sino de amigos –desde los estudiantes que cursan sus primeros días en el Centro Morelense de las Artes (CMA) hasta los más importantes exponentes de las grandes galerías en Estados Unidos o Europa--, siempre dispuestos a respaldar las labores que ella emprenda. 
Parece lejos ese 2008, cuando esta joven emprendedora incursionó en la industria restaurantera y, con el respaldo de su familia abrió uno de los restaurantes que más popularidad han adquirido en los últimos años en el primer cuadro de Cuernavaca: “Iguanas Green´s”, no solo por su  muy rico sazón tradicional, precios accesibles y su colorido mural, que el entonces naciente artista plástico morelense, Lalo Lugo, plasmó en su interior y que ahora es una aliada de los artistas en formación e impulsora de una tradición que vincula la gastronomía local con el arte, en una dupla que nos da identidad y pertenencia.
Como presidenta de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac-Morelos), Griselda Hurtado Calderón consolidó alianzas, estrategias, sinergias y, como resultado de ese trabajo arduo, posicionó al organismo camaral entre la sociedad morelense, como una de los organismos empresariales más productivos. Entre los principales resultados de su gestión, se destaca el aumento del número de afiliados; gracias a la confianza que su liderazgo generó, el gremio  restaurantero volvió a despertar. 
La CANIRAC se convirtió en un ente de capacitación constante al personal y a los empresarios del sector, en materia de prestación de servicios, laboral y de seguridad; ella sentó las bases de la vinculación entre las empresas y los estudiantes de gastronomía, que han encontrado en el gremio, la oportunidad de hacer realidad sus sueños. 
Con Griselda Hurtado Calderón al frente de la organización de “Sabor…es Morelos”, se incrementó también el número de participantes y de asistentes. “Sabor…es Morelos”, se convirtió en el festival que posicionó a la entidad en el escenario nacional de las ferias y festivales especializados e internacionales. Imán de visitantes y de derrama económica para todos los participantes y para la ciudad de Cuernavaca. 
Bajo su liderazgo, “Sabor…es Morelos”, logró el respaldo y la presencia en sus eventos, de los titulares de las embajadas de Pakistan, Italia y Brasil, con la consiguiente promoción de Morelos… y, desde luego, la transparencia en el manejo de los recursos, algo tan necesario hoy en día.
Y justo ahora, que hablamos que “es tiempo de mujeres”, queremos resaltar esta historia de generosidad y liderazgo, de una mujer, que bien puede y sabe dirigir, coordinar esfuerzos y generar productos turísticos nuevos; que tiene con que proponer a las esferas de gobierno y que, seguramente, refrescará al sector empresarial, con su liderazgo y autenticidad. Sería un error no considerarla y pasarla por alto, las muchas alianzas y beneficios que con ella se generarían, no en el gobierno, sino en la dirigencia del sector privado local.