A poco más de seis meses de 2024, ya van 92 feminicidios en Morelos, cuando el año pasado cerró en 72, lo que demuestra un crecimiento exponencial de los asesinatos de mujeres que las autoridades no han frenado.
En efecto, mientras las autoridades estatales buscan explicar el incremento de feminicidios en causas que no les competen, como las bandas criminales, acaso para no responsabilizarse de lo que está ocurriendo, siguen imparables los feminicidios.
Autoridades gubernamentales afirman que, por el modus operandi, está involucrado el crimen organizado; en tanto, la comisionada de Búsqueda de Personas atribuye las muertes de mujeres y el hallazgo de sus cadáveres a que son víctimas de violencia intrafamiliar.
Para Susana Díaz Pineda, integrante del Centro de Derechos Humanos “Digna Ochoa”, los pretextos para no actuar de las autoridades se caen: el crimen organizado nada tiene que ver con una niña muerta a balazos por su padrastro; y si las mujeres aparecen muertas, es porque la Comisión no las buscó cuando fueron reportadas y aún estaban con vida.
Cuestionada en torno a los feminicidios registrados durante el fin de semana, pero también en torno al número que ya se registra durante 2024, afirma: “Los casos que tenemos en el Centro de Derechos Humanos son 92 en lo que va del año”.
Pero también habla de las dificultades que entraña disponer de datos certeros: “Cada vez es más difícil tener datos concretos, porque pareciera haber una línea para que no se nos diga a la ciudadanía cuántas mujeres asesinadas hay, pero hemos buscado y encontrado mucha información no oficial y que nos brindan la certeza de que lo que estamos diciendo es real”.
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No hay nadie que nos diga qué está ocurriendo en torno a la violencia feminicida que está creciendo, afirma. Y en la vorágine de acontecimientos, cuando apenas documentan dos casos ya surgieron otros feminicidios.
Con respecto a las afirmaciones de que bandas delictivas están cometiendo feminicidios, señala: “El crimen organizado ha sentado sus reales en el estado, y eso lo han dicho todas las autoridades, como un pretexto para no actuar, para justificar su omisión y su negligencia. Sin embargo, eso no es justificante para que las mujeres pierdan la vida”.
Y cita el ejemplo de una niña asesinada a balazos por su padrastro, porque eso no es crimen organizado, “Es un crimen de las autoridades que no hacen nada, ese es el verdadero crimen organizado”. Ha fallado la estrategia de seguridad, el atender con prontitud y responsabilidad la violencia de género con la prevención.
También destacó que debe seguirse pugnando por el rescate del Centro Nacional de Identificación Humana en Xochitepec, que sería ejemplo a nivel internacional y que ahora está en proceso de desmantelamiento por su desaparición.
Refiere que ante el potencial de violencia que existe en Morelos, en donde cualquiera, sobre todo las mujeres, pueden ser víctimas de un asesinato, tenemos que exigir que las autoridades actúen con responsabilidad. Lo peor que puede ocurrirnos es “normalizar” la violencia contra las mujeres.