ENDEUDADA. Cuando el que cobra como gobernador, Cuauhtémoc Blanco, recibió la administración estatal, entregaron en sus manos o bajo su responsabilidad una deuda pública del orden de los seis mil 700 millones de pesos, lo más lógico es que al cabo de un sexenio, sino se contrae nueva deuda y además se logra una reestructuración de la deuda existente, sería lograr un decremento importante en los pasivos. Sin embargo, en otra evidencia más del mal desempeño de la que hoy ya catalogan como la peor administración del estado de Morelos, el equipo del Cuauh solo pudo lograr disminuir la deuda tan solo en un 10 por ciento. Esta situación no es algo que nos hayamos sacado de la bolsa, se trata de un dato proporcionado por el encargado de despacho de la Secretaría de Hacienda, Gerardo López Huérfano, quien acepta el deficiente trabajo en la materia. Casi que como recibió la papa caliente, Cuauhtémoc Blanco, se la dejará a Margarita González Saravia, gobernadora electa, quien seguramente en la mitad del mismo periodo logrará disminuir sustancialmente la deuda.
MÁS ROBOS. Normalmente, aunque debiese ser algo normalmente, se tienen reportes de robos a escuelas, sobre todo de educación básica durante las temporadas vacacionales; sin embargo, la grave inseguridad que se padece en todo el territorio morelense le ha pegado a todos y las primarias no han quedado excluidas de esta triste y preocupante realidad. De acuerdo con el jefe de sector 1 del Instituto de Educación Básica (IEBEM), tan sólo en Cuernavaca, en lo que va del año seis escuelas han sufrido atracos. No obstante, maestros, administrativos y padres de familia lamentan que, por no estar en el mando coordinado, Cuernavaca ha quedado al margen de las acciones para dar seguridad y protección a los morelenses, siendo que todo el sistema educativo está en manos y bajo la responsabilidad del ejecutivo estatal.
SI SE VA, SI SE VA. Si no lo ha hecho, hágalo ahora. Si, aún tenemos tiempo para poder disfrutar que tenemos cobrando como gobernador al ex futbolista mundialista Cuauhtémoc Blanco. Según el “tepiteño” el próximo 28 de agosto, antes de que arranque la nueva legislatura federal pedirá licencia para separarse del cargo y poder convertirse en diputado federal “plurinominal”. Lo hará a un mes de que concluya el periodo por el cual fue elegido. Por eso se dice que, ya toda la responsabilidad de entregar la casa y ponerles llave a sus cosas, la ha dejado en manos del secretario de gobierno, Samuel Sotelo. Será Samuel quien cargue con toda la responsabilidad de la entrega porque el cuauh ya se va y no va a regresar, si, no va a regresar todo lo que ya se llevó.
ASUNTOS SIN IMPORTANCIA. Y justamente a menos de un mes de que deje la administración estatal, Cuauhtémoc Blanco, manifestó que hasta ahora no ha reunido con la gobernadora electa, Margarita González Saravia, porque no tienen temas importantes de qué hablar. Caray, que bueno que ya se va. Como si la entrega-recepción no fuese un tema de vital importancia. Pero, que podemos esperar de Blanco, cuando está más interesado en saber lo que pasa en la Copa América o en la Copa Europea del fútbol.
BUENAS NOTICIAS. No todo es malo en Morelos y a pesar de que no tenemos una buena administración estatal, hay morelenses que si trabajan todos los días para poner en alto el nombre de nuestro estado. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y la Coordinación Nacional de Literatura (CNL), anunciaron a Franco Félix Martínez como ganador del Premio Bellas Artes de Ensayo Literario “Malcolm Lowry” 2024 por su obra "El ingeniero que huyó por la ventana: Thomas Pynchon en México (1962-1964)". Este evento está dirigido a premiar ensayos literarios realizados por mexicanos, referidos a la obra de cualquier narrador, ensayista, cronista, poeta o estudioso extranjero que haya escrito sobre México. El jurado, compuesto por la dramaturga Silvia A. Peláez, la ensayista Laura Sofía Rivero y el académico Delmar Méndez, destacó la originalidad de la obra al combinar el ensayo literario con archivos como cartas y fotografías. La estructura del libro es clara y ágil, y las reflexiones personales dialogan fluidamente con la investigación, según el acta deliberativa.