El estado de Morelos pasa por niveles de ingobernabilidad históricos, particularmente el gobernador saliente, por su ignorancia, nunca supo ejercer el poder y dejó enormes vacíos que fueron ocupados, sobre todo, por los grupos de la delincuencia organizada. Quienes conocen del arte de gobernar, enseñan que cualquier espacio descuidado por la autoridad, es ocupado por otras fuerzas.
Hacemos referencia al tema, porque la gobernadora electa Margarita González Saravia ya empezó a ejercer el mando aún sin asumir su responsabilidad constitucional que será el primero de octubre. Tras el triunfo, decidió regresar con los electores para agradecerles el apoyo, pero lo que vemos es que los ciudadanos ya la ven como gobernadora y ávidos de apapacho político, literalmente se le entregan y la piden comenzar a resolver toda clase de problemas.
Ella ya está pues ocupando los enormes vacíos de poder que Cuauhtémoc Blanco Bravo descuidó por omisión o por ignorancia, como lo decíamos. MGS, por lo que se observa, será muy cercana al pueblo y la verdad sorprende, porque no le conocíamos tal sensibilidad y, si esto se convierte en una cotidianidad, Morelos vivirá escenarios muy parecidos a los que se vivieron con el mejor ex gobernador, Lauro Ortega Martínez. Es decir, las cosas pintan muy bien hacia adelante, esperamos no equivocarnos.
Ha empezado a generar tranquilidad y a dejarse apapachar de la gente, que con los gobiernos de Graco Ramírez y Blanco Bravo, se sintió desplazada, explotada e ignorada.
NUEVA ALIANZA RECUPERA LIDERAZGO
En otro tema, la llegada el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Joel Sánchez Vélez, le dió liderazgo no sólo al gremio, sino que posicionó electoralmente al partido Nueva Alianza, colocando acertadamente como presidente del mismo, a Mario Luis Salgado Salgado.
Cómo dupla, en la reciente elección, se posicionaron entre las primeras cinco fuerzas politico-electorales, logrando incluso una diputación federal de mayoría con Agustín Alonso Gutiérrez, algo que ni en sueños pudo lograr PRI o PRD, que francamente dieron vergüenza. Morena, PAN, Partido Verde, Nueva Alianza y acaso el PT, deberían ser ya los únicos partidos en lo sucesivo.
Las dirigencias anteriores del SNTE casi dejaron morir al organismo, se echaron en los brazos del gobierno en turno por unas monedas, dejando a los trabajadores en la indefensión y esa debilidad también se reflejó en el partido; Joel y Mario Luis revivieron casi a un difunto.