Morena presentó a su próxima bancada y a su coordinador parlamentario para la próxima legislatura del estado, 2024-2027, y se confirmó que será Rafael Reyes, el alcalde de Jiutepec. Son 9 las y los diputados que lo acompañaron ayer en su primera aparición y cuyo mensaje de unidad es lo que se esperaba, así como el anuncio de un respaldo “incondicional” a la gobernadora y a la presidenta electa, Margarita González Saravia y Claudia Sheinbaum, respectivamente.
Hasta aquí todo parece caminar para los morenistas en la nueva legislatura y se les ve muy entusiastas, sin embargo la realidad es que se espera para los próximos dias un interesante cabildeo con sus presuntos aliados del PT, del Partido Verde y de Nueva Alianza, quienes están a la expectativa de sumarse a un bloque mayoritario bajo ciertos factores que implicarían, básicamente, la posibilidad de tener cancha para maniobrar a través de las distintas comisiones parlamentarias. Además, Movimiento Ciudadano también buscará meterse en ese cabildeo.
Retomando la entrega anterior, las principales comisiones legislativas no son ocupados hoy por hoy por el grupo mayoritario, es decir Morena, y al inicio de la presente legislatura fue precisamente la distribución del Poder político y financiero del Congreso lo que provocó un cisma y el re-acomodo de las fuerzas que llegaron a integrar el Congreso, incluso dando pauta a la modificación de la ley.
Así, fue la oposición encabezada por el PAN y PRI, a la que se sumaron el PT, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano, que se hizo de la Mesa Directiva y las comisiones de Puntos Constitucionales y Legislación; de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública; y de Gobernación y Gran Jurado, entre otras, asumiendo casi el control total y marcando la agenda del Poder Legislativo, al tiempo que se estableció como un contrapeso al Poder Ejecutivo.
No se puede soslayar que el origen de esta purga al interior del Congreso se originó por la posición que los legisladores de Morena, su partido a nivel estatal y otros actores locales y nacionales asumieron tras los resultados de las elecciones locales del 2018, donde su candidato presidencial López Obrador, arrastró al triunfo a muchos. Los morenistas en Morelos anduvieron echando tiros y se envalentonaron, y aunque no ganaron directamente la gubernatura, apoyaron y más tarde adoptarían al ex futbolista Blanco Bravo para sumarlo a sus filas.
Así, al llegar al Congreso pretendieron hacerse de su control pero calcularon mal, midieron erróneamente a la oposición que se compactó y terminó por darles la vuelta, incluso entre los propios morenistas se generaron desencuentros, entre quienes con mayor inteligencia sugirieron negociar y los que siguieron en la misma tesitura de haber llegado al poder para ejercerlo a raja tabla. Al final, los diputados morenistas tuvieron que prescindir de sus aliados y ceder el manejo del Congreso a regañadientes.
Allí esta pues la experiencia muy reciente y vaya que es ilustrativa para lo que se viene en los dias subsecuentes. Como quedaron repartidas las 20 diputaciones, Morena no es mayoría, por lo que ahora que han definido sus liderazgos seguramente que ya analizan la estrategia para sumar a un bloque mayoritario a sus aliados parciales del pasado proceso electoral, es decir El PT, el Verde y Nueva Alianza, así como poner en la balanza también la suma de MC, cuya legisladora Luz Dary Quevedo repite y estuvo integrada a la oposición.
Si como se ha adelantado la Mesa Directiva la pretende conservar el PAN a través de su legislador Francisco Sánchez, de entrada el ajedrez se pone interesante, pues seguramente es una posición que el grupo de aliados y otros también pretenden, incluso los propios morenistas. Bastará decir que en la legislatura por concluir el manejo político lo tiene la oposición a través del PAN y el control financiero lo tuvo Nueva Alianza con el ahora legislador federal electo Agustín Alonso Gutiérrez. Los panistas ya levantaron la mano para conservar la mesa y seguramente que los aliancistas no se querrán quedar atrás, veremos…