Desde el nacimiento de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos impulsamos la defensa de los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia. Por ello, consideramos que no debe regatearse el hito histórico que representa que lleguen mujeres a la Presidencia de la República y al Gobierno de Morelos.
En un país como México con un profundo arraigo de la ideología y la cultura machista es sorprendente su triunfo por las resistencias, prejuicios y tabús existentes contra la participación de las mujeres en política, como señala la tesis 2 del pronunciamiento del PRT al respecto.
Es muy significativo que el 62% de las personas que votaron por Claudia Sheinbaum y por Margarita González, hayan sido hombres. Su triunfo es resultado de décadas de lucha del movimiento amplio de mujeres y del feminismo, por lo menos desde la lucha por el derecho al voto (conseguido recién en 1953), el reclamo de acciones afirmativas y la paridad. Es decir, una larga lucha desde el siglo pasado por los derechos políticos de las mujeres y en este sentido es correcta la afirmación de que no llegan solas, sino gracias a esas luchas previas que abrieron camino.
Como parte de esta historia, debe destacarse el hecho de que la compañera Rosario Ibarra, nieta de una mujer sufragista, en otro contexto y con un perfil radical, fue la primera mujer en la historia de México en ser postulada como candidata presidencial en 1982 y en 1988 por el PRT. Símbolo histórico, además, de la lucha contra la represión y por la libertad de presos y desaparecidos políticos desde antes de 1982 pero también en la campaña de 1988 como referente de la izquierda socialista en la lucha contra el PRI.
Desde el movimiento feminista se ha luchado las décadas pasadas por la paridad, las cuotas de acción afirmativa como fue hace más de 30 años la campaña "ganando espacios por acciones afirmativas" para todas las mexicanas, y se elaboró un plan de igualdad. Porque la lucha en contra de la discriminación y opresión de las mujeres rebasa las condiciones de clase, los avances de las mujeres en su acceso a derechos civiles, políticos y democráticos son para todas las mujeres. Por eso de los logros y la consecución de estas demandas se han beneficiado las mujeres de todos los partidos y gobiernos, en México y en el mundo
En este contexto es que reconocemos el hito histórico de que por primera vez haya una mujer, Presidenta de la República y una Gobernadora en Morelos. Pero Claudia y Margarita llegan como representantes de un proyecto político partidario, la continuidad del “progresismo”. Y este elemento es el que muestra toda la complejidad del hecho. Ellas encabezan ahora el proyecto de la continuidad del gobierno de AMLO y su partido, Morena. Y es el gobierno de AMLO que, obviamente no se define como feminista, sino que mantuvo durante su sexenio un combate contra el feminismo, descalificándolo y presentándolo como manipulado por la derecha. Y al mismo tiempo, en el terreno de los derechos civiles y políticos, un Congreso paritario e incluso un gabinete paritario en la Presidencia de la República.
La lucha feminista no se limita a los derechos civiles y la paridad. El movimiento feminista tiene claro que no necesariamente las mujeres que acceden a puestos de representación política tienen una conciencia feminista o retoman las demandas más sentidas de las propuestas feministas. No es un prejuicio, sino es la historia que nos ha dado muestras de esto y una experiencia al respecto.
La perspectiva feminista subversiva del orden patriarcal del capitalismo, va más allá de ciertos derechos políticos. Y así se ha comprobado en el sexenio que termina, con la lucha contra el feminicidio que debe continuar ya que es parte de la estructura patriarcal de la sociedad. O en el derecho al aborto que durante este sexenio no ha logrado consagrarse como derecho en todos los congresos locales, pese a la resolución de la SCJN (Suprema Corte de Justicia de la Nación). No nos confiamos que las demandas de las mujeres y feministas serán inmediatamente resueltas por el nuevo gobierno, sino que habrá que exigirlas con la lucha, gobierne quien gobierne. Aunque simbólicamente la llegada a la Presidencia y al Gobierno estatal de una mujer estimula el empoderamiento, los derechos y las luchas del movimiento amplio de mujeres y del feminismo.
Los derechos humanos son una asignatura pendiente en Morelos. Su atención debe ser integral por parte de los gobiernos que asumirán sus cargos en los próximos meses. En Morelos la primera Gobernadora del Estado, Margarita González Saravia, ya ha recibido un documento de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos, sobre el grave incremento del feminicidio y la necesidad de que todas las medidas de la Alerta de Violencia de Género para dar la atención, prevención, investigación y sanción para erradicar el feminicidio sean debidamente implementadas, por lo que esperamos tener una reunión con ella en los próximos días. De lo que se trata es precisamente de garantizar el acceso de todas las mujeres a una vida libre de violencia.
Evitar que escalen este tipo de violencias y se transformen en graves violaciones a los derechos humanos, es más importante, en la medida en que quienes asumirán el poder estatal y federal serán precisamente mujeres que en su momento participaron en diversos movimientos sociales que padecieron represión policíaca por los gobiernos autoritarios y represivos que han sido repudiados por la inmensa mayoría de la población en los recientes comicios del 2 de junio. La lucha histórica por hacer una realidad en la práctica los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, ha sido llevada a cabo por los movimientos feministas en todo el mundo, acontecimientos que servirán de impulso para su atención urgente por quienes tomarán las riendas del poder ejecutivo estatal y federal, porque, gobierne quien gobierne, los derechos se defienden.