¿Morelos hacia la unidad y la concordia? // MGS debe ser factor de unidad

Radiografía del poder

La gobernadora electa, Margarita González Saravia, entre otras muchas tareas a desarrollar por el bien del estado, debe ser factor para recuperar la concordia y la unidad entre los morelenses, y al interior de su propia administración, el paso por el gobierno de Morelos de Graco Ramírez y Cuauhtémoc Blanco sembró odio, resentimiento y rapiña.
Es indispensable recuperar la armonía entre grupos políticos, sectores sociales y partidos, para poder empujar hacia una nueva dirección, en la que se trabaje en función del interés de los morelenses y no a favor de personajes que abonan en la disgregación; González Saravia encarna muchos factores que favorecerán el retorno de la civilidad y el entendimiento entre ciudades, pueblos y comunidades que claman por atención a sus necesidades.
Claro, por principio de cuentas hay que extirpar parte del cáncer, que abonó en desajustes e ingobernabilidad en el desempeño del gobierno, de ahí que no hay de otra, el fiscal Uriel Carmona Gándara no puede ni debe seguir en el cargo una vez que inicie la gestión de la gobernadora. Si el señor tuviera un poquito de honor, ya habría entregado su renuncia al cargo en el que lo puso Graco para cuidarle las espaldas; simplemente debe desocupar la silla, punto.
González Sarabia, seguro estamos, no tendrá mucha dificultad en mantener acuerdos civilizados con el Poder Legislativo; si bien ganó la contienda electoral a pesar de una contra campaña de oposición, cargada de rencores de Lucía Meza Guzmán y sus correos, la mayoría de quienes lleguen al Congreso local tendrán una actuación diferente y hasta de acompañamiento, así vengan de ese bloque.
Con otros sectores, como el empresarial y no se diga del ramo turístico, MGS se mueve entre ellos como pez en el agua, porque es empresaria y como funcionaría que fue, en distintos gobiernos los trató y apoyó sin problemas.
Con los partidos como el PAN, tampoco tiene fobias, ella colaboró con sus administraciones. Hay quienes criticaron que apareciera en una reunión con dos ex gobernadores, Jorge Morales Barud y Marco Adame Castillo. Primero, es una señal precisamente de unidad con algunos priistas y panistas, y segundo muestra precisamente que ella se ubica por encima de tendencias radicales, y está abierta al diálogo con cualquier pensamiento y corriente política, como debe ser en el caso de quien gobierna.
Entonces pues, fuera manos de Graco y sus esbirros, también de aquellos que encarnan los intereses de Blanco Bravo; se tiene todo para comenzar a escribir una nueva historia en Morelos y seguros estamos de que así será.

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