Discrecionalidad

A media palabra

Los partidos políticos tienen como fin promover la participación del pueblo en la vida democrática, contribuir a la integración de los órganos de representación política y como organizaciones de ciudadanos, hacer posible el acceso de éstos al ejercicio del poder público, de acuerdo con los programas, declaración de principios e ideas, estatutos y programas de acción de cada uno.
Casi todos los partidos políticos se pronuncian en favor de la honestidad, la transparencia y la rendición de cuentas, y por el combate a la corrupción, así como con el respeto y promoción de los derechos humanos y el debido proceso.
Sin embargo, los partidos políticos ocupan primeros lugares entre las instituciones con menor confianza en nuestro país y sólo el 4% de la población mexicana confía en ellos, es decir, se ha perdido el interés en el tema de la política a causa de esto, como también en las elecciones al interior de cada uno de ellos, pues las consideran no limpias, menos aún en el caso de las elecciones constitucionales.
Así las cosas, vemos un panorama preocupante en el que se encuentran los partidos políticos perdedores de la pasada contienda, ante la posibilidad de la competencia electoral intensa por venir al interior de ellos en donde no existe ya la democracia. Ninguno puede ya presumir ser la fuerza política que más ha contribuido a la transformación democrática de México, cuando existen desde ya, sucias y grandes luchas pugnando por dirigir los destinos de dichos institutos políticos.
Todos presumen que vienen construyendo el camino para consolidar el régimen democrático, cuando es sabido que al interior de estos no hay desarrollo político a pesar de la existencia de comisiones electorales y de procesos internos para elegir candidatos que debieran ser los más preparados y capacitados para ejercer un cargo de elección popular, el mejor ejemplo de ello, las elecciones del dos de junio.
Los organismos de procesos internos, debieran gozar de autonomía técnica y de gestión, de supervisión y calificación, preparación, conducción y organización de los procesos de selección de candidatos a nivel federal, estatal y municipal, para realizar sus procesos con los métodos de votación por militantes y elección abierta, y no es así.
Las Comisiones de Procesos Internos como instancias responsables de organizar, conducir y validar los procedimientos para la elección de dirigentes y postulación de candidaturas, siempre están de hecho a merced de las instrucciones superiores y todos los mecanismos que se establecen, son “a modo” con filtros que se le adelantan a los elegidos, para que ellos y nada más ellos, sean los abanderados.
Por lo que, no observan los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad, equidad, paridad de género y transparencia en el proceso de elección.
Hay una imperiosa necesidad de fortalecer los mecanismos de la participación ciudadana, así como el replanteamiento del papel que juegan los partidos políticos; y, la ciudadanía viene exigiendo más a los partidos para estar a la altura de las exigencias, solicitando la intervención de las autoridades electorales en los procesos para que den fe de la legalidad de ello como mecanismo de prevención.
Lo más grave es, que se construyen congresos y gobiernos de incapacitados e incompetentes que no pueden responder a las exigencias de la sociedad porque los que menos tienen talla educativa e intelectual, son los que llegan.
Los procesos internos deben ser ágiles, sencillos y con aplicación de exámenes pero de verdad, así estaremos ciertos que el triunfador sea del color que sea, se olvidará de la competencia y se convertirá en un buen representante. Así que a todos los partidos políticos les esperan cambios radicales, como por ejemplo: al PRD su inminente desaparición, al PRI los términos de mandato, igual al PAN, a MORENA la posible inclusión de su dirigente al gabinete y con ello la guerra interna, a Movimiento Ciudadano la posible definición de su dirigencia ante la composición de las Cámaras, al PT las divisiones internas y al Verde Ecologista de igual manera. Gracias por su lectura.

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