¿REVOLUCIONARIOS? A 105 años de la muerte del emblemático general Emiliano Zapata, la situación del campo mexicano sigue siendo preocupante. Zapata fue uno de los líderes clave de la Revolución Mexicana, luchando por la redistribución de la tierra y los derechos de los campesinos. Sin embargo, un siglo después, el campo sigue enfrentando graves problemas como la concentración de la propiedad, la pobreza rural y la falta de oportunidades para los agricultores. Muchos políticos y figuras públicas se apropian de la imagen de Zapata, utilizándola como símbolo de la lucha social y la justicia. No obstante, en la práctica, pocas de estas voces han logrado concretar verdaderos cambios que mejoren las condiciones de vida de los campesinos y den continuidad al legado de Zapata. La revolución que él encabezó parece haberse convertido más en una utopía que en una realidad tangible. Es lamentable que, a pesar del enorme sacrificio y la trascendencia histórica de Zapata, el campo mexicano siga sumido en una de sus peores etapas. Es urgente que los líderes de hoy retomen el espíritu de la lucha zapatista y trabajen de manera efectiva por la transformación del sector agrario, garantizando el acceso a la tierra, la producción sustentable y el bienestar de los millones de mexicanos que dependen de la agricultura. Solo así podremos honrar verdaderamente el legado de este símbolo revolucionario.
¿SERÁ? El reciente anuncio del gobernador interino de Morelos, Samuel Sotelo, respecto al cambio en la estrategia de seguridad en el estado llama la atención. El hecho de que se reconozca la necesidad de ajustar las tácticas ante el alarmante aumento de la violencia es un paso importante, pero también refleja la gravedad de la situación en la que se encuentra Morelos. La presentación de nuevas acciones para contener los asesinatos que han posicionado a Morelos como el segundo estado más inseguro del país es un punto de inflexión decisivo. Es imperativo que estas medidas sean efectivas y aborden las causas subyacentes de la violencia en la región. La seguridad de los ciudadanos debe ser la máxima prioridad, y es responsabilidad de las autoridades garantizar un ambiente seguro y pacífico para todos los habitantes de Morelos. Es fundamental que la sociedad civil, los medios de comunicación y las autoridades trabajen de manera conjunta y transparente para combatir la inseguridad en el estado. La rendición de cuentas, la coordinación entre las diferentes instancias gubernamentales y la participación ciudadana activa son elementos clave para lograr un cambio significativo en la situación de violencia en Morelos. Esperamos que las nuevas acciones anunciadas por el gobernador interino sean parte de una estrategia integral y sostenible, que se enfoque en la prevención del delito, el fortalecimiento de las instituciones de seguridad y la promoción de la justicia y la paz en la región. La seguridad es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, y es responsabilidad de las autoridades garantizarlo de manera efectiva y equitativa. Pero si Ortiz Guarneros sigue ahí, que podemos esperar?
SEGUIRÁ LA NOVELA. Como periodista, es esencial reflexionar sobre la reciente controversia en torno al caso de Uriel Carmona, fiscal de Morelos, y el amparo que recibió para el sobreseimiento de la causa penal por la muerte de Ariadna Fernanda, iniciada por autoridades de la Ciudad de México. La decisión de la Fiscalía capitalina de contradecir este amparo y anunciar un recurso de revisión pone de manifiesto la complejidad y la importancia de este caso, que está lejos de concluir. La muerte de Ariadna Fernanda es un asunto delicado que requiere una investigación exhaustiva y transparente para esclarecer los hechos y garantizar justicia para la víctima y sus familiares. La discrepancia entre las autoridades de Morelos y de la Ciudad de México respecto al avance de la causa penal refleja la necesidad de una cooperación interinstitucional efectiva y un compromiso firme con la verdad y la justicia. Pero la política ha podido más. Es crucial que se respete el debido proceso y se sigan los procedimientos legales establecidos para resolver este caso de manera imparcial y equitativa. La Fiscalía capitalina, al anunciar un recurso de revisión, parece que quisiera demostrar su compromiso con la búsqueda de la verdad y la transparencia en la investigación, lo cual de ser cierto es fundamental para garantizar la confianza en el sistema de justicia. La sociedad espera que las autoridades competentes actúen con diligencia y responsabilidad en este caso, con el objetivo de esclarecer los hechos, identificar a los responsables y asegurar que se haga justicia. La familia de Ariadna Fernanda y la opinión pública merecen respuestas claras y acciones concretas para resolver este lamentable suceso y prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro.
OTRA VISITA. No es nada intrascendente la visita de Claudia Sheinbaum, candidata del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y partidos aliados, a Morelos por tercera ocasión en menos de un mes. Esta frecuencia de visitas sugiere un interés significativo en la entidad por parte de la candidata, lo que indica la importancia estratégica que Morelos tiene en el contexto político actual. Si bien la visita coincidió con el aniversario luctuoso de Zapata, un evento de gran relevancia histórica en la región, las implicaciones políticas detrás de la presencia de Sheinbaum en Morelos van más allá de conmemoraciones simbólicas. Se sugiere que la candidata reconoce la importancia de Morelos en su agenda política y busca consolidar su presencia en el estado de cara a próximas elecciones. El hecho de que Sheinbaum haya elegido visitar Morelos en repetidas ocasiones dicen los que saben destaca la relevancia estratégica que esta entidad tiene en el panorama político nacional. Se pueden inferir intenciones de fortalecer alianzas, ganar apoyo popular y posicionar su candidatura en un territorio clave para el Movimiento de Regeneración Nacional y sus aliados. Es fundamental analizar el trasfondo y los motivos detrás de las acciones políticas de los candidatos, más allá de las conmemoraciones y eventos simbólicos.