Elecciones, maestros y respuesta al PND

Desde L@S Redes...

A propósito de la inminente respuesta al Pliego Nacional de Demandas 2024 del magisterio sindicalizado del país, las posibilidades de que haya una buena respuesta a las necesidades de los maestros del país y del estado, este y los próximos años, son muchas. 
La nominación al senado en una posición plurinominal por Morena del dirigente nacional del SNTE Alfonso Cepeda Salas, coloca a este gremio en la antesala de un interlocutor directo en el Poder donde se construyen y aprueban los proyectos financieros para los distintos rubros del desarrollo del país, es decir el Congreso de la Unión, a donde también, como en el caso de Morelos, estarían llegando por elección hombres y mujeres vinculados fuertemente con el sector magisterial en todo el país, como lo es el candidato al Distrito 5 Federal Agustin Alonso Gutierrez.
El liderazgo de Cepeda Salas, fortalecido los últimos cinco años, parte de la decisión de democratizar la vida interna del sindicato magisterial y del funcionamiento como un interlocutor efectivo ante el gobierno del presiente López Obrador, por lo que ambas acciones rindieron frutos para fortalecer su posición de cara a los procesos electorales, y en el que lo acompañan cientos de miles de afiliados, lo que sirvió también para que gradualmente se mejorara la respuesta que cada año otorga al gobierno en el marco del Día del Maestro. 
En Morelos y luego de conocerse la lista de los nominados a las diputaciones de representación proporcional y que encabeza el ex líder de la Sección 19 del SNTE, Mario Luis Salgado Salgado, el gremio local de más de 35 mil adheridos, recibió con grandes expectativas la decisión tomada en el Partido Nueva Alianza Morelos, pues simboliza el reconocimiento a una figura cuya liderazgo entre los trabajadores de la educación es incuestionable, pero sobre todo, porque alcanzaría un posición clave para encausar soluciones a los problemas y demandas del gremio estatal.
Lo anterior puede significar un avance importante en la idea que aún no se afianza del todo dentro del magisterio, sobre la utilidad y conveniencia de contar con un brazo político como un vehículo para alcanzar y ocupar posiciones claves donde se toman decisiones y acciones en torno a la política y el desarrollo, y sin duda, Morelos es un ejemplo de que esta estrategia hace que las respuestas a las demandas laborales y económicas se encuentren, en este caso gracias a las gestiones del hoy diputado local Agustín Alonso, y quien es altamente probable que llegue al Congreso Federal.
En esta tesitura y si la apuesta de los liderazgos políticos del magisterio a nivel nacional y local (en Morelos a través del líder de la Sección 19 Joel Sánchez Vélez) es la indicada, el futuro de las relaciones con los gobiernos federal y estatal será la que se requiere para resolver los enormes rezagos que en materia laboral y prestacional subsisten. Más allá de las reformas educativas recientes y de sus alcances en materia de derechos y conquistas laborales, lo que el país y el estado requieren es concluir con varios lustros de desencuentros y de falta de entendimiento en las relaciones entre sindicato y autoridad, pues si hay algo que ha distraído y obstaculizado el éxito del proyecto educativo de nación ha sido precisamente la ausencia de oficio político, de diálogo y de acuerdos entre ambas partes, veremos…
L@S REDES: El debate presidencial del domingo pasado dejó más dudas que certezas y más decepción que empatía entre el electorado y muestra que a medida que la historia se sigue escribiendo sobre la política en México, la parafernalia y el circo se torna incluso grotesco. }
Si intentamos ser lo más objetivos posibles, en debates como el aludido nadie puede hablar de ganadores o incluso de saldos positivos, por el contrario, todos los actores pierden y quien más pierde es la sociedad, porque al fin de cuentas es esta la protagonista del espectáculo y quien padece sus consecuencias. 
En este contexto, la esperanza que reaparece cada seis años ante la posibilidad de alcanzar gobiernos que den respuesta a los terribles problemas de la población, se diluye invariablemente cuando lo que observamos es que, en aras de alcanzar o conservar el poder público, lo que menos importa es aniquilar al contrario a cualquier precio. 
Así, las campañas y las elecciones transitan irremediablemente en escenarios de violencia extrema, desde luego no sólo la que literalmente proviene desde grupos criminales o de la delincuencia organizada, sino también la que desde los partidos y los equipos de campaña se instrumenta y que incluso recibe el término correcto de guerra sucia. En la política mexicana se ha tomado muy a pecho el proverbio de que “el fin justifica los medios” y por este camino un futuro mejor está cancelado, a ver…

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