Lamentablemente los reportes de discriminación contra afrodescendientes siguen ocurriendo y en las comunidades de este sector social son de hasta cinco diarias, aunque no todas llegan a denuncia, afirmó la licenciada Marcia Nurse Anguiano, quien afirmó que quienes más padecen de esas agresiones son los migrantes que pasan por nuestro territorio, carentes de papeles y son de quienes más se abusa.
El tipo de cabello, el tocarlo sin autorización, en las escuelas, particularmente en los centros comerciales, donde el personal de seguridad les pone atención especial a los afrodescendientes, como si de antemano, por su color y su aspecto, parecieran ser considerados delincuentes, son parte de las agresiones cotidianas que los cerca de 40 mil afrodescendientes que hay registrados en Morelos padecen.
Es muy reciente, 2019, que se reconocen su identidad, cultura, costumbres y derechos con las reformas constitucionales, lo que da una idea de lo mucho que falta por hacer.
Las mujeres, particularmente en los casos de violación, son quienes encuentran mayores dificultades para que se cumplan sus derechos y se les haga justicia. Incluso las afrodescendientes que se han forjado una carrera, como ella, quien además forma parte de una organización de abogados, la gente las señala y afirma que lograron sobresalir por sus atributos físicos, ofensas que muchas veces quedan impunes.
Te podría interesar: Foro Morelense de Abogados exige a gobernador Sotelo y comisionado, trabajar en la prevención
Pero nada de eso se compara con los peligros que corren los afrodescendientes que solo están de paso en Morelos, porque al carecer de papeles, son víctimas de extorsiones, de maltratos, a cambio de dejarlos continuar su camino.
No se lleva un registro como tal de las agresiones que sufren los afrodescendientes, pero en las organizaciones y comunidades hay hasta cinco reportes diarios de algún tipo de discriminación. Varía simplemente de acuerdo a la edad, porque a los niños y niñas se les estigmatiza por sus características, a las mujeres se les acosa sexualmente, y a los mayores se les relega.
Marcia Nurse llegó a Morelos, concretamente a Jiutepec, a los cinco años de edad. Pero a la gente, considera, no debiera extrañarle la presencia de los afrodescendientes, que llegaron a América como esclavos después de la conquista. Fueron ellos los que trabajaron en las haciendas de Morelos, los que dieron vida a los ingenios, los que cultivaron la caña y el arroz, dieron riqueza y prosperidad a la entidad con su trabajo.
La gente olvida con mucha frecuencia que la música, los carnavales, la vestimenta ha sido parte de lo que los afrodescendientes han aportado a nuestra cultura, pero cuando son solo ellos quienes lo expresan en sus festividades, parecen verlo como venido de otro mundo. Incluso para la expresión de su cultura carecen de apoyo.
Se denuncia, lo hacen quienes se atreven, que son víctimas de la discriminación. Se ha avanzado en el respeto de sus derechos poco a poco, considera, pero falta más por hacer. Se trata de un trabajo en conjunto que debemos hacer todos, porque todos somos mexicanos. La fórmula es la educación desde pequeños en el respeto de los derechos humanos.