La salud es un derecho humano irrenunciable

Argumentando

El día Mundial de la Salud se celebra cada año el día siete de abril, con el propósito de conmemorar el aniversario de la fundación de la Organización Mundial de la Salud creada en el año de 1948. Por esta razón, es de importancia señalar que el derecho a la salud forma parte de los derechos humanos consagrados en la Constitución Política de México, por ser precisamente uno de los bienes más preciados con los que cuenta el ser humano. Es la razón por la que la Organización de las Naciones Unidas decretó el acceso a la salud como un derecho fundamental de las personas.
Con base en lo anterior, el artículo cuarto de la Carta Magna, reafirma que toda persona tiene derecho a la protección de su salud y en este caso, al ser un derecho de carácter universal, esto quiere decir que sin restricción alguna, todos los ciudadanos mexicanos pueden acceder al mismo y por consecuencia, nadie puede renunciar a ello, ni se lo pueden restringir o condicionar por ninguna circunstancia. Pues recordemos que en los derechos fundamentales no hay ningún tipo de preferencia, ni hay derechos que se consideren de mayor valía que otros.
No obstante, en la realidad este derecho no se garantiza plenamente, pues aún y cuando existe un sistema de salud que procura el bienestar de la ciudadanía y que aparentemente brinda atención integral y gratuita, lo cierto es que el mismo es insuficiente, tan es así que en la mayoría de las instituciones médicas no solo padecen la falta de recursos humanos, sino también de los medicamentos necesarios para este tipo de servicios. Siendo de suma gravedad que de acuerdo a la última encuesta Nacional de Salud y Nutrición, 4 de cada 10 mexicanos no se encuentran afiliados a ninguna institución de salud y tampoco cuentan con un seguro médico privado, lo cual representa un serio problema social.
Por lo anterior, el derecho a la salud, no solo consiste en que el Estado ponga a disposición de los ciudadanos a médicos que brinden consultas, sino que además de ello, es obligación de las autoridades el conceder el acceso a este derecho a las personas que cuentan con empleos informales o que por cualquier razón no puedan tener acceso o costear esta necesidad. Si bien, el acceso a los servicios de salud ha avanzado gradualmente, el Estado no puede retroceder y menos dejar de aplicar la tutela de este Derecho Universal. Pues no olvidemos que al ser un derecho fundamental, su restricción o negación puede generar distintas responsabilidades.
Para finalizar, se debe resaltar que este derecho no debe politizarse, e incluso si el gasto destinado a la salud es insuficiente, el Estado tiene la obligación de incrementarlo, por ser un derecho de mayor importancia que muchos de otros programas sociales y que en la actualidad se está utilizando como una estrategia política para la obtención de votos en las próximas jornadas electorales. Por ello, los ciudadanos deben saber que el derecho a la salud es irrenunciable y por lo mismo, el Estado está obligado a garantizarlo.

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