Alrededor de 300 productores de aguacate de la zona norte de Cuernavaca están en crisis por la falta de agua, puesto que se están secando sus árboles y algunos están renunciando a seguirlo cultivando, puesto que el producto no alcanza las dimensiones y calidad requeridas, por lo que terminan malbaratándolo hasta en 25 pesos.
Y es que la Secretaría de Desarrollo Agropecuario no ha procurado los mecanismos para que los productores no sólo de aguacate, sino de otros productos, dispongan de nuevos mecanismos de almacenamiento del agua de lluvia, justamente para no padecer en los años secos, pero no hay apoyo.
“Dios quiera que llueva, que nos mande el agua, porque necesitamos ollas de almacenamiento, ese es el sueño, pero no las hay”, afirmó Ángel Vázquez Ávila, presidente de la rama productiva del aguacate en Cuernavaca, quien agrega que varios de sus compañeros ya doblaron las manos, ante la falta del líquido, porque las autoridades estatales no han previsto la construcción de esas pequeñas ollas de almacenamiento.
Años atrás el kilo del producto, el denominado “Extra”, se vendía en 35 pesos, pero ahora con la sequía está bajando hasta 23 pesos, agrega. Por eso muchos de los integrantes de la rama productiva están pensando en dejar que se pierda la producción, porque no reúne las condiciones para obtener buenos precios ni cuentan con el agua suficiente para sostener su actividad.
Sin embargo, no es sólo el único producto que languidece y cuyos productores se dan por vencidos por la falta de apoyo gubernamental. También están los que siembran maíz, particularmente para la elaboración de tortilla.
Debido precisamente a la sequía y la insuficiente cantidad cosechada, los industriales de la masa y la tortilla se vieron precisados en 2023 a comprar maíz a Sinaloa, principalmente, para la elaboración de este alimento que no falta en los hogares de los mexicanos. Y la situación es más complicada, porque a falta de producción local suficiente, incluso se ven precisados a importarlo de otros países.
El problema del maíz importado es que es transgénico, que a consideración de los industriales de la masa y la tortilla, como Antonio Vázquez, es de menor calidad incluso a nivel nutritivo para las familias, que prefieren el nacional. En su caso, han pedido apoyo a Desarrollo Agropecuario del gobierno estatal no solo para que los productores dispongan también al menos de las denominadas ollas para el almacenamiento de agua, sino que también requieren de silos para almacenar el maíz, justamente a fin de utilizarlo en casos como estos, en que la producción es baja. Y, sin embargo, la respuesta del gobierno estatal nunca llega.
Para Ángel Vázquez Ávila, líder productor de aguacate, sólo queda encomendarse a Dios para que mande el agua, porque el apoyo del gobierno estatal no llegó en todo este sexenio.