Tragedia anunciada

Mirador

Después de la controversial elección del 2017 en el Estado de México, en la que ganó el priista Alfredo del Mazo, a la maestra Delfina Gómez, por aproximadamente 200 mil votos, el hoy presidente de México y en ese entonces máximo dirigente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador entendió que debía tejer alianza con alguno de los partidos de la “chiquillada, sobre todo uno que ayudó al PRI a lograr el triunfo, con la mínima diferencia. 
Por eso, no dudo “el peje” en buscar al presidente del Partido Encuentro Social, Hugo Erick Flores, a quien le abrió las puertas de la Coalición y según cercanos al dirigente del PES, AMLO le ofreció senadurías, gubernaturas y diputaciones federales que considerara en su esquema de triunfo.  
Para entonces, el PES ya había reclutado a Cuauhtémoc Blanco, en ese momento presidente de Cuernavaca, y aunque en el esquema nacional del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional, en Morelos el candidato a gobernador sería Rabindranath Salazar Solorio, Hugo Erick no dudo en pedir de inmediato Morelos,  respondió, -palabras más, palabras menos- “queremos Morelos, en ese estado tenemos al mejor candidato y por lo tanto, nos unimos a la Coalición, pero será clave para nosotros de Blanco vaya a la candidatura, sus números lo respaldan y sin duda con el vamos a ganar”-
Aún faltaban algunos meses para que se hiciera pública, de acuerdo a los tiempos, la decisión del candidato que representara a la que conocimos como coalición Juntos Haremos Historia en Morelos, esa ya estaba tomada. 
Comentan los cercanos a Hugo Erick, que en aquella ocasión, como en muchas otras, el tema de la encuesta fue un elemento para darle peso a la decisión y disfrazarla de un acto democrático, pero en realidad fue un acuerdo entre los dos líderes de los citados partidos. 
El resto de la historia ya la conocemos, fue una divina decisión, con resultados milagrosos –entiéndase el sarcasmo-.
Lo interesante es que, para el PES Cuauhtémoc Blanco representó el mejor candidato que tuvieron en el 2018 en todo el país y en su trabajo de prospectiva, realizaron de tal modo la campaña electoral, para ganar.  
El proyecto del PES fue ganar Morelos, hacer un buen gobierno y posteriormente postular a Blanco como su candidato a presidente de México, de tal forma que en seis años, el PES se ubicara entre las cuatro principales fuerzas políticas del país. Sin embargo, la realidad fue otra: si ganaron, pero no lograron establecer un buen gobierno, ni sujetar al “rebelde” Cuauhtémoc Blanco.
En aquel momento y lo dijimos, la dirigencia del PES no tomó en cuenta los antecedentes de Cuauhtémoc Blanco y de su principal asesor José Manuel Sanz, matizados con deslealtades, traiciones y falta de palabra. 
Así lo dijimos en el 2018 “acompañan al actuar de este mencionado par de “nuevos políticos” y así como lo hicieron con otros, no dude que, de ganar el ex astro de fútbol, ya en el poder, rompa los acuerdos y se quiera comer el pastel sólo”. ¿será que nos equivocamos? Los hechos son más fuertes que las palabras.
Y proseguimos “Tras el paso de Hernán Cortés por Morelos nos quedaron monumentos y espacios como herencia, hoy elementos de identidad, tales como el Palacio de Cortés y el Jardín Borda. La pregunta sería, si conquistan Morelos ¿qué dejará como herencia el español que maneja a Blanco, a todos los morelenses?”
Tras poco más de cinco años, hay que recordar que, en el 2018 con Ulises Bravo a la cabeza, el PES perdió casi todo, logrando solo una diputación plurinominal; el partido perdió su registro nacional y renació en otro denominado Partido Encuentro Solidario; la relación entre Hugo Erick Flores y Cuauhtémoc Blanco no sólo se rompió, sino que además se convirtió en una guerra entre dos mundos y el estado ha vivido su peor época en todos los rubros. 
Es más, ni en los deportes se lograron avances. El gobernador de Morelos se ha mantenido todo el sexenio como uno de los dos peor evaluados de todo el país. La relación entre Hugo Erick Flores y Cuauhtémoc Blanco, fue la crónica de una tragedia anunciada.

Tags