Para un gran número de familias en la entidad, y particularmente para las personas de la tercera edad –que son las más propensas no sólo al contagio del Covid-19, sino de sus variantes-, están fuera de su alcance las nuevas vacunas, pues sólo pueden ser adquiridas en farmacias a costos que la mayoría no pueden pagar.
Para Emma López Jiménez, persona de la tercera edad, es francamente imposible adquirir las nuevas vacunas, porque lo que percibe de ayuda gubernamental no le alcanzaría para pagarla. Más aún: afirma que en su familia tendrían que vacunarse cuatro personas, y si se considera que cada dosis tiene un costo que oscila entre los 800 y mil pesos, queda fuera de sus posibilidades, por más que quiera preservar su salud.
Mientras los llamados de las autoridades, particularmente de salud, giran en torno a que cada persona adquiera la dosis y se vacune, frente a la realidad económica que enfrentan los núcleos familiares, no hay muchas alternativas.
"No queda más que cuidarse uno mismo y rogar para que no nos dé, porque no podemos pagar la vacuna", afirma.
Y es que aunque en su caso afirma haber recibido todas las vacunas que las autoridades aplicaron en las diversas campañas, tanto las de combate directo al Covid-19, como las que eran indispensables como refuerzo, así como aplicarse las respectivas para combatir la influenza, es necesario que las personas se vacunen nuevamente con las nuevas dosis, puesto que han surgido variantes que aunque no son necesariamente mortales, sí son más fáciles de propagar.
No obstante, la realidad que expone doña Emma, así como otras personas de la tercera edad y en general las familias, es que sus posibilidades económicas no dan para tanto.
En el caso de nuestra entidad, la situación es preocupante, porque de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en Morelos existen alrededor de dos millones de habitantes en Morelos, según revelan los censos de 2020.
Y, por su parte, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), de acuerdo con estudios realizados ese mismo año, casi el 51 por ciento de los morelenses enfrenta problemas de pobreza, de acuerdo con sus estudios de medición.
Esto implica que, de entrada, más de la mitad de la población carece de recursos para adquirir vacunas, tanto para sí, como para todos los integrantes de una familia.
“Es necesario que las instituciones como el IMSS y el ISSSTE y los centros de salud, nos apoyen. Hago un llamado a las autoridades para que la vacuna se aplique gratuitamente, porque ¡de dónde vamos a sacar dinero para pagarlas, si no nos alcanza con el dinero que nos da el gobierno a las personas de la tercera edad”, afirmó doña Emma.
No obstante, las autoridades estatales y federales se concretan a señalar que es necesario que las familias adquieran las vacunas y se las apliquen.