Vivir con sed

Ingeniería de sueños

Cuando el “agua no sube el tinaco”, no es necesariamente la alusión sarcástica de que las ideas no fueron asimiladas ni los actos ejecutados como se formularon, algunas ocasiones es la cruda y palpable verdad que el líquido H2O escasea, no hay abastecimiento y, es un delirio no tener agua, pero peor aún, vivir con sed.
Hace un par de meses, la corporación S&P Global, una corporación estadunidense con 180 años de experiencia dedicada al análisis de información en negocios y finanzas, publicó un Análisis de Sostenibilidad donde aseguraba que once estados de nuestro país, podrían verse severamente afectados por lo que se define como estrés hídrico en el año 2050 y esta fecha puede sonar aún lejos y las consecuencias caer ahora en la indiferencia, y claro, el problema se lo heredaremos a otras generaciones y, ese estrés hídrico consiste en la desproporcionada demanda de agua que supera por mucho, la oferta disponible o bien, cuando la mala calidad del líquido restringe su uso.
El artículo de la corporación afirma que “Los escenarios presentados ofrecen una visión sobre la exposición potencial de los estados mexicanos al riesgo climático físico concreto que constituye el estrés hídrico -y agrega que- …los estados que se enfrentan a un mayor riesgo ya presentan escasez de agua y pueden experimentar menor crecimiento económico a medida que aumenten la frecuencia y la intensidad de las sequías -y por lo tanto- esto podría influir en el crecimiento económico a largo plazo del país si no se toman medidas.”
Los 11 estados de los que habla el artículo de la corporación S&P Global, que van camino a quedarse sin agua en el 2050 por la demanda de agua que sobrepasa la capacidad de suministro vinculado al crecimiento económico y poblacional, así como su calidad a otras aplicaciones son: Morelos, Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Aguascalientes, Estado de México, Sonora, Sinaloa, Chihuahua, Guanajuato y Zacatecas. 
O sea, es evidente que en 25 años ahí no va a subir agua al tinaco y habrá sed. 
Pese a que es un problema que a diario se vive en las colonias y todos en algún momento hemos padecido el quedarnos sin agua, no hemos caído en la cuenta que esos datos estadísticos deben ser más alarmantes y más escandalosos que los resultados inciertos y manipulados de una encuesta electoral en temporada de elecciones, pues son datos que deben de atraer nuestra atención y obligarnos a tomar conciencia, es tiempo de que -haciendo uso del sarcasmo,- debe de “subirnos el agua al tinaco” como sociedad y autoridades, e ir pensando seriamente en las generaciones del futuro para prever las evidentes e innegables consecuencias de la escases del agua. 
Dice S&P Global, “Si bien no existe una definición universal de sequía y existen tipos diferentes, ONU-Agua la define en términos hidrológicos como la deficiencia en los suministros de agua superficiales y subterráneas que se miden como flujo de arroyos, lagos, embalses y niveles de aguas subterráneas. -También menciona que- En los últimos tres años, los informes públicos muestran que la escasez de agua ha afectado directamente la vida de decenas de millones de personas en México. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), que regula y administra los recursos hídricos del país, informó que, en julio de 2022, ocho de los 32 estados del país sufrían una sequía de extrema a moderada”.
El análisis agrega que “A medida que la exposición al estrés hídrico aumenta, el crecimiento económico podría verse limitado entre los estados vulnerables, como los de la región norte de México, el Bajío y la zona metropolitana de la Ciudad de México. Al mismo tiempo, la alta exposición de estrés hídrico podría intensificar las presiones políticas y económicas para incrementar los gastos relacionados con el agua.”
No es un tema nada fácil. La población en el campo ya conoce lo qué es vivir con sed, el ganado y las áreas de cultivo están experimentando lo mismo en sus distintas gamas y niveles, los que tenemos la comodidad del servicio de agua dando la vuelta a una llave, quizá por eso mismo no estamos poniendo la atención debida ni dimensionando el asunto que según afirman especialistas de todo el planeta, -y que no son guionistas de Cine de suspenso ni de terror la escases del agua es cada año más severa y en un momento de límite y crisis, podría ser el detonante de disturbios sociales, emigración o de plano una guerra.
La escases del agua nos está alcanzando, a nadie le gusta vivir con sed; sin embargo hay un dato muy llamativo: los especialistas en estos temas hídricos en México, aseguran que las dimensiones reales del problema las vamos a conocer sin maquillaje en un par de meses y eso, será enseguida de que concluya el proceso electoral.

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