Se ha repetido hasta el cansancio que son dos proyectos de nación los que están enfrentándose en estas lides electorales.
Uno de ellos a favor del Imperialismo y los intereses de las oligarquías extranjeras que defienden el Neoliberalismo globalizado.
El otro por la Independencia y la Soberanía de nuestros países, constatando en la historia remota e inmediata los gravísimos perjuicios extraordinarios que ha causado este sistema mercantil capitalista portador de muerte, hambre, destrucción del planeta y la sociedad.
O procuramos una organización social que vea por todos, preferentemente por los más necesitados, con un modelo económico que procure la vida, o bien nos destruimos en un sistema perverso viendo pasivamente el desmoronamiento de todo aquello que ha sostenido a la humanidad como tal.
Xóchitl Gálvez ha ido a New York a ponerse a los pies de los empresarios yanquis y a rogarles que intervengan en nuestra elección próxima.
Sus asesores que no tienen patria ni madre están muy temerosos de volver a perder.
Acusan desde ya al gobierno de una elección de Estado tal y como ellos hicieron en 3 de las anteriores: la de Salinas el vendedor; la de Calderón el dipsómano pernicioso y la de PeñaNieto, el zafio.
Recordamos que Peña Nieto fue también acompañado de Elba Esther, a ponerse de rodillas ante empresas extranjeras que facilitarían su asunción a la presidencia y, así, comprometerse a entregarles el petróleo y la electricidad, entre otras riquezas.
Se repite esta ignominiosa historia.
No tienen vergüenza de hacer el ridículo y de que los gringos los sigan viendo como plebeyos y serviles lamebotas.
De ahí el trato de algunos hacia los mexicanos.
Vean a los texanos que van a “defender su frontera” armados hasta los dientes llamándose Ejército de Dios.
Portan camisetas que dicen Pro-Dios, Pro-Armas y Pro-Vida.
Un Fanatismo mezclado con imbecilidad y estupidez, peligrosísimo coctel que justifica el crimen. Cuidado.
Estas son las diferencias fundamentales de ambos proyectos.
Uno entreguista, vendedor de nuestras riquezas, de nuestra mano de obra, privatizador de la educación y de la salud consideradas como mercancías. Un país que sería forjado en función de los intereses oligárquicos empresariales en el que los mexicanos -hombres y mujeres- cumplamos fielmente la labor de esclavos,legalmente establecidos, por supuesto.
Milei, el domesticado agente vendepatrias de Argentina podría convertirse en el ídolo de estos individuos que niegan su propia historia.
Los perredistas de hoy dan pena. Los del Movimiento Ciudadano se acomodan a las circunstancias y los del Panal y el resto están a la búsqueda de los dineros.
Qué vergüenza, nuestras elecciones, las más caras del mundo logran sacar la mezquindad de los participantes. ¿Tocaremos fondo con estas costumbres?
El otro proyecto, Soberano e Independiente: que nuestros recursos y riquezas naturales sean sacrosanta propiedad de la Nación, que la Educación forje conciencia crítica recuperando nuestra Historia Patria apropiándonos conocimientos básicos y que el acceso a la Salud sea sin restricciones para todos.
Un trabajo con prestaciones sociales, un salario decoroso y vivienda digna.
Nuestros gobernantes recuperarían su vocación, su autenticidad. Es decir, serían Mandatarios y Ministros en su significado etimológico. “Mandatarium”: Mandadero, efectivamente, Mandadero del pueblo. Y Ministro, de “Ministere” que significa Servir, sería Servidor, Servidor del Pueblo.
Desaparecerían así, estos ministros venales sometidos al olor del dinero que recogen, arrojado por sus amos a las patas de sus mesas.
¿Recuento de los daños? Bien. Hemos sido gobernados por mafiosos, por negociantes que se han enriquecido transando con los bienes de la Nación: Petróleo, Minas, Industria paraestatal, bosques, selvas…
Canallas que entregaron el país como Baúl de tesoros a la piratería extranjera, como un Botín. Su discurso falaz y mendaz les fue dando resultados.
Una nota más. - Los articulistas del REFORMA critican las iniciativas de reforma a la Constitución que ha enviado el Presidente actual.
Jesús Silva Herzog, que mataría de vergüenza a su Padre, escribe que López Obrador quiere imponer su voluntad sin contrapesos.
Este señorito olvida que eso lo logró el PRI durante años cuando el señor presidente imponía sus caprichos en medio de atronadores aplausos.
Recordemos cómo festejaban los priístas sus “Carros completos”.
Y el aplauso a Díaz Ordaz al declararse sin ningún pudor, culpable de la masacre de Tlaltelolco. Y las reformas de Salinas de Gortari contra la Constitución que nunca recibieron la menor crítica ni generaron la menor discusión.
Zedillo, por su parte, cambió a todos los Ministros en medio de un silencio atronador. Así que…
Otro ganapán, Sergio Sarmiento, dice que López Obrador quiere regresar el status de la energía eléctrica al pasado, a los años 60s, cuando López Mateos. Con ese mismo “poderoso argumento” deberíamos advertirle que “el pasado más pasado”, válgase, es el del Porfiriato, justo a donde él quiere que regresemos. Argumentos inútiles e inválidos que le pagan muy bien los ignorantes que le llevan el apunte.