En Morelos apenas hay instaladas poco más de dos mil cámaras de video vigilancia conectadas al C-5 del gobierno estatal, de las cuales sólo más de mil 200 son de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, y muchas no funcionan o se encuentran en malas condiciones, pues sufren daños por el vandalismo o por las lluvias, de acuerdo con declaraciones del titular de la propia CES, José Antonio Ortiz Guarneros.
Que la entidad no cuente con el suficiente número de videocámaras de vigilancia dificulta la prevención y combate de la ola delictiva en la entidad. La muestra más clara de ello se ha visto reflejada en el artero asesinato de una profesora frente a su madre y su hija en Cuernavaca, para robarle su vehículo.
La videocámara de seguridad no estaba en funcionamiento, por lo que no se contó con detalles del caso, lo mismo que de la descripción del asaltante y asesino ni mayores pistas. No fue sino gracias a un correo electrónico anónimo que incluía videos del incidente como la CES consiguió la captura del homicida y no debido a sus propios instrumentos e investigaciones, como lo reconoció el propio Ortiz Guarneros en rueda de prensa ofrecida al lado del Fiscal Uriel Carmona, cuando se dio a conocer la detención del homicida.
A mediados de 2023, de acuerdo con Ortiz Guarneros, el problema era tan grave que el 40 por ciento de las videocámaras no estaba en funcionamiento por vandalismo o fallas, y no fue sino debido a la autorización de recursos extraordinarios del Congreso del Estado que se dispuso de financiamiento para su reparación, a cual dijo sería la prioridad con la reasignación de recursos que dispusieron los legisladores a favor de la seguridad de los morelenses.
A mediados de junio de 2023, fue el propio titular de la CES, Ortiz Guarneros, quien recomendó a los automovilistas que por ningún motivo se detuvieran en la carretera federal México-Cuernavaca, debido a que las cámaras de videovigilancia en esa importante vía de comunicación que comunica a Morelos con la capital del país y viceversa no estaban en funcionamiento y no era seguro hacer un alto en la carretera, salvo en los establecimientos comerciales o en las gasolineras.
Por esto, el funcionario recibió una andanada de críticas a las que respondió que seguía recomendando lo mismo a los conductores, justamente porque las cámaras no estaban funcionando, y por otra parte argumentó que se trata de un tramo carretero de jurisdicción federal y por entonces se quejó de que sólo había visto unos cuantos vehículos de la Guardia Nacional.
Y por entonces, agregó: “Nosotros sólo patrullamos hasta las Lagunas de Zempoala. Lo demás no es mi problema”. Y justamente en ese tramo de Huitzilac que llega a Zempoala es donde no funcionaban las cámaras de videovigilancia.
No obstante, el hecho es que con poco más de mil 200 videocámaras de vigilancia en la entidad y con muchas dañadas no basta para la seguridad de 36 municipios y casi dos millones de habitantes, que siguen padeciendo la ola delictiva, porque el moderno C-5 está ciego si no operan las cámaras.