En Morelos apenas hay instaladas poco más de dos mil cámaras de vídeovigilancia conectadas al C-5 del gobierno estatal, de las cuales sólo más de mil son de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, y muchas no funcionan o se encuentran en malas condiciones, pues sufren daños por el vandalismo o por las lluvias, de acuerdo con declaraciones del titular de la propia CES, José Antonio Ortiz Guarneros.
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Que la entidad no cuente con el suficiente número de videocamaras de vigilancia dificulta la prevención y combate de la ola delictiva en la entidad. La muestra más clara de ello se ha visto reflejada en el artero asesinato de una profesora frente a su madre y su hija en Cuernavaca, para robarle su vehículo. La videocámara de seguridad no estaba en funcionamiento, por lo que no se contaron con detalles del caso, la descripción del asaltante asesino ni mayores pistas. No fue sino gracias a un correo electrónico anónimo que incluía videos del incidente como la CES consiguió la captura del homicida y no gracias a sus propios instrumentos e investigaciones.
A mediados de 2023, de acuerdo con Ortiz Guarneros, el problema era tan grave que el 40 por ciento de las videocamaras no estaba en funcionamiento por vandalismo o fallas, y no fue sino debido a la autorización de recursos extraordinarios del Congreso del Estado que se dispuso de financiamiento para su reparación.