Este es mi último artículo del año, de un año marcado por las precampañas, ataques a la suprema corte y una extraña ausencia de la figura presidencial, pero este año, así como los últimos cinco años, han estado inequívocamente fusionados por el actual gobierno, que bueno o malo ha sembrado el sistema político, la forma de hacer política y el entendimiento popular de la misma.
Después de 12 años de intentarlo, parece extraño decir que López Obrador inicia su último año de gobierno. Los últimos años de gobierno, son comúnmente los más extraños dentro del periodo de un presidente, pues cuando la brújula política de la mayoría apunta hacia “el siguiente”, el desgaste natural de un gobierno desvía la atención cansa la figura presidencial y como hoy está ocurriendo, el Presidente que era amigo de la primera plana, se convierte en una sombra que aparece ocasionalmente en actos militares.
Sin duda, me parece impresionante pensar que nos encontramos en la recta final del gobierno que encabezó un fenómeno político como López obrador y a pesar de que sería muy complicado hacer un análisis completo de cada una de sus decisiones como primer mandatario, me gustaría pecar de simple y hacer un recorrido por los aspectos más importantes de su gobierno.
Consideró, incluso hoy, que López Obrador es un producto de las circunstancias, si recuerdo en mi memoria aquel 2017, donde el Presidente Peña Nieto, había sido la liga estirada hasta sus últimas consecuencias de los Gobiernos del PRI y el PAN, quienes incluso después de reinventarse, cambiar de rostros y colores estaban llevando a México a una peligrosa confrontación y animadversión entre el gobierno y los gobernados.
López Obrador, como MILEY, fue un grito desesperado de una sociedad aún más desesperada, ni Anaya ni Meade vuelven a ser una buena opción cuando consideramos el momento en el cual López obrador ganó la presidencia.
AMLO, fue un gran presidente para todo aquel que viva en el México de los medios de comunicación, porque desde un periódico, programa de televisión o mesa de análisis, aunque esta sea contraria al presidente y al movimiento que él encabeza, desde un medio es imposible dejar de reconocer, la habilidad política tan masiva que tiene y que hoy se expresa, cuan aun en su último año, incluso cuando su presencia es mucho más gris que en un inicio, sigue hablando con apoyo de una mayoría de desaparecer órganos autónomos y seguir concentrando poder.
Sin embargo, a pesar de los méritos políticos que pueda tener, este gobierno en su movimiento, es importante decir que dentro de la administración pública han sido un fracaso. Es cierto, quizá no tengan la violencia de Calderón, la corrupción a la vista pública de peña nieto, pero este gobierno ha dejado en manos de las manos menos capaces a los estados y municipios. En materia de salud, seguridad ha mostrado el actual gobierno que la lealtad se queda corta cuando es necesaria la habilidad y el conocimiento.
Consideró que López Obrador, es nuevamente el gran ejemplo de aquel general que gana una revolución, pero queda inmóvil ante la toma de decisiones de un gobierno que vive en paz. Creo que fue una esperanza que quedó en una idea, no en acciones tangibles que sean medibles en el bienestar de los ciudadanos. Solo me queda esperar que su gobierno sea un arranque, un terremoto de una mejor versión de la transformación que venga en el futuro, pero debo decir que lo dudo. Pues la corrupción, la falta de trabajo en los estados y los gobiernos que solo piensan en campañas, son pequeñas explosiones que pronto derrumbaran a esta “tran