La congruencia es la relación lógica que se establece entre distintas cosas. La congruencia puede observarse en la relación de coherencia que hay entre las acciones de una persona y aquello que predica. En la política ¿existe la congruencia? Si analizamos las expresiones, declaraciones y discursos de los personajes que participan en las actividades políticas, encontraremos que no hay congruencia entre lo que piensan, dicen y hacen. Habrá excepciones de políticos rectos y congruentes. Obviamente es difícil para ellos realizar una carrera en la política, dado que, en nuestro sistema político no existe esa coherencia.
Pero el sistema abarca todos los órdenes de gobierno y en los tres poderes del Estado, donde la incongruencia prevalece sobre la rectitud y la honestidad. Esto nos sirve de base para partir en el tema de la posible candidatura que suena cada vez más fuerte. La de postular a la Senadora Lucía Meza Guzmán por parte del Frente Amplio de Morelos, conformado por los partidos PRI, PAN y PRD principalmente.
Lucy Meza, como la conocen la mayoría de los ciudadanos que la identifican, ha realizado su carrera política iniciando en el año 2006 postulada por el PRD. Posteriormente contendió por la candidatura de diputada local en el año 2012, en la legislatura LII, que se considera como la precursora de las peores Legislaturas que han prevalecido en el Estado de Morelos. Recordemos cómo Graco Ramírez, con el apoyo de esa legislatura hicieron y deshicieron la Constitución Local, reformándola a su gusto y medida.
Posteriormente buscó la diputación federal en el año 2015, cargo que logró con relativa facilidad, puesto que para esas fechas ya contaba con suficiente capital económico y político para mantener una campaña electoral que le rindiera los frutos buscados, por lo que sí obtuvo la diputación federal.
Para la elección del 2018 Lucía Meza se subió a la ola morenista buscando la senaduría. Su renuncia al PRD fue muy notoria pues siempre se consideró como parte del equipo político del Gobernador Graco, que en ese momento estaba finalizando su sexenio, con señalamientos de enriquecimiento ilícito, pero que con el apoyo de la Legislatura saliente ya había preparado su protección, con un fiscal a modo y una extensión del periodo de tiempo de los Magistrados, integrantes del Tribunal Superior de Justicia.
La hoy Senadora, visualizó que el barco del PRD ya estaba haciendo agua, por lo que buscó la senaduría por Morena y la obtuvo, aprovechando el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Tomemos en cuenta que éste nombre de AMLO era sinónimo de victoria política en las elecciones de 2018 y 2021. Durante todo ese tiempo, se dedicó a aprobar las reformas energética, electoral, de la Guardia Nacional y todas las propuestas del presidente de la república. Para Lucía Meza no había otra línea, más que la que ordenara el presidente. Solo revísense sus declaraciones, sus expresiones, sus twitters, sus redes sociales. No había otra línea, no había otras ideas, no había nada que analizar, que hacer lo que mandaba el presidente a toda su bancada.
Incluso, cuando Xóchitl Gálvez salta a la palestra como posible candidata por parte de la ciudadanía y de los partidos de PRI, PAN y PRD, fueron muy duras sus críticas, que se dieron a conocer en sus redes. Durante 2022 y dos terceras partes de 2023, Lucía Meza hizo una campaña enorme en favor de Claudia Sheinbaum para que fuera ella quien coordinara la defensa de la cuarta transformación (un nombre inventado con tal de violar las ley constitucional y electoral). Y vimos como desplegó un ejército de personas trabajando pie a tierra, casa por casa para convencer que la respuesta era Claudia. Como no obtuvo ni siquiera la oportunidad de participar en las encuestas, debido a que no se ha podido quitar la etiqueta de su relación con el exgobernador Ramírez Garrido Abreu; el presidente AMLO y y el gobernador Cuauhtémoc, decidieron no aceptarla en la lista de posibles encuestables.
Con toda la inversión realizada y la supuesta aceptación de la ciudadanía buscó que la aceptaran en el Frente Amplio, quienes estaban sufriendo porque no tenían un “fuerte gallo” y con la gestión de Graco, hoy se cree que es casi un hecho que sea precandidata a la gubernatura. Claro, con el rechazo de amplios sectores de los partidos PAN y PRI.
La congruencia, un tanto analizada al principio de este trabajo, no es lo importante para la clase política, que, al parecer, lo único que les importa es ganar y asegurar cargos de elección popular, mantener el registro, poder en el gobierno y garantizar un empleo para muchos de los militantes que si se alineen a malquerido proyecto.
El problema que no han visto los partidos y dirigentes que aceptan esa postulación es que hoy esos partidos resurgieron por la ciudadanía; pero si no toman en cuenta los señalamientos de no aceptar a Lucia Meza, tampoco tiene garantizado el triunfo, porque esa ciudadanía estará trabajando en contra del Frente. Existe una gran cantidad de grupos, colectivos, expresiones, corrientes de opinión, que no aceptarán esa postulación. Riesgo al riesgo y los partidos se irán al fondo.