Nuevamente el centro del debate esta sobre el poder judicial y los excesos a los que se acostumbraron por años de relaciones de complicidad con el poder en México.
Puede parecer, o así intentan hacerlo ver, un ataque a uno de los poderes del estado mexicano, si embargo, la transformación esta relacionada con un cambio de régimen de fondo que toca los tres poderes que conforman al mismo.
El poder ejecutivo que, al ser votado de manera contundente, por alguien completamente alejado de esas viejas estructuras de poder y complicidad, marcaron lo que seria en el nuevo régimen la manera de mantener los equilibrios y la armonía social desde una perspectiva diferente.
El poder legislativo que dependiendo de la correlación de fuerzas partidistas representadas en el mismo es un equilibrio para el ejecutivo en términos de su facultad para legislar.
Y por el ultimo el poder judicial que es el encargado de hacer que, en las controversias de la vida cotidiana, garantice la justicia a través de la aplicación de la legislación elaborada por el poder legislativo.
Si cualquiera de los tres poderes no cumple su propósito, el equilibrio armónico de la sociedad esta en riesgo de romperse y la posibilidad de disturbios sociales es muy grande. De ahí la importancia que todos estén armonizados y aunque son autónomos no son independientes uno de otro.
Los tres tienen un nivel de dependencia normal para que las cosas caminen acorde a la legislación aprobada por el legislativo, que debe ejecutar el ejecutivo y que el judicial debe hacer lo necesario para que esta legislación se materialice a partir del respeto a la misma.
Por años hemos estado a expensas de una justicia a medias, mediocre, nada de imparcial y expedita sino todo o contrario. El poder judicial quizá es el poder que menos ha evolucionado por atender a intereses de grupo o personales.
Hoy reclaman la desaparición de 14 fideicomisos que eran manejados con total opacidad y apoyándose en la autonomía presupuestal, sin rendir cuentas a nadie. Los magistrados con sueldos estratosféricos que no gana ningún poder judicial en ninguna parte del mundo, intentan hacer parecer como si con ello se afectara las prestaciones de los trabajadores que menos ganan, nada más falso que eso.
Hoy el Congreso ha retirado esos fideicomisos para bien del pueblo de México. En Morelos las cosas van de mal en peor en el poder judicial. En próximos días el Congreso del Estado nombrara a 10 nuevos magistrados, que serán inmovibles por 14 años. La lista de aspirantes es de 245 personas, pero lamentablemente los diputados se van a decantar por sus preferidos y no por los mejores perfiles que garanticen que la impartición de justicia tomara su curso, por el contrario, los intereses personales y de grupo se ponen por delante del interés del pueblo y con ello van a demostrar nuevamente su banalidad y bajeza en nombramientos de alto impacto.
Es inverosímil ver en la lista a la esposa del fiscal como aspirante a magistrada el más alto tribunal de justicia en el estado, porque además de su falta de perfil, el conflicto de intereses es altamente visible. Varios diputados ya escogieron a sus amigos, cuates o allegados para ser nombrados magistrados por 14 años, no importa que no tengan perfil, no importa que sean completamente ajenos al sistema judicial y que no tengan la menor idea de la responsabilidad, la capacidad y la experiencia que se requiere para ocupar ese tipo de cargo, lo único que les importa es cumplir con sus cuates y se joda el pueblo.
Así pues el nivel del Congreso en Morelos, el grupo de los 15 haciendo alarde de su mayoría para tomar decisiones irresponsables y en es grupo, hay que decirlo, hay 4 diputados de Morena que al parecer no escuchan ni ven al Presidente de la República en su ardua lucha contra la corrupción en el poder judicial federal, acá en Morelos no son congruentes con esa lucha, sino por el contrario mantener las relaciones de complicidad y saciar la ambición a costa del pueblo.