Más de 40 mil niños de edad entre los cinco y los 17 años trabajan en Morelos, muchos de ellos es condiciones peligrosas o de alto riesgo, revela la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI), lo cual contraviene la legislación en la materia y, peor aún, obliga a que las autoridades de la entidad velen ya por apoyarlos, a fin que estén en la escuelas para generarles un mejor entorno para su desarrollo.
El estudio refiere que “…se trata de niñas, niños y adolescentes ocupados en sectores de actividad y ocupaciones peligrosas, actividades en exposición a riesgos, lugares de trabajo no apropiados, actividades que afectan su salud, jornadas no apropiadas y horarios prolongados. La ENTI también recaba información sobre los ocupados por debajo de la edad mínima que, de acuerdo con la legislación nacional, es inferior a los 15 años. En la medición del trabajo infantil se incluyen los servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso”.
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Estos son datos derivados de la ENTI, realizada por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), en coordinación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), así como la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, de acuerdo con su más reciente ejercicio elaborado en el último cuatrimestre de 2022.
Morelos cuenta con una población total de un millón 971 mil 526 habitantes, de acuerdo al más reciente censo de población efectuado en 2020. De ellos, alrededor del 10.4 por ciento de personas son menores de edad que se ocupan de actividades laborales entre los cinco y los 17 años de edad, es decir, más de 423 mil habitantes.
Si bien el estado de Morelos se encuentra por debajo de la media nacional en el porcentaje de menores de edad que realizan algún trabajo, es igualmente importante destacar que muchos realizan actividades peligrosas o de alto riesgo, carecen de garantías, sus salarios son ínfimos y, en una palabra, no son respetadas sus garantías, empezando por las consagradas en nuestra Carta Magna, como son sus derechos humanos, y culminando los que abrazan a la niñez, y que forman parte de tratados internacionales.
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En el estudio se revela que “La población de estudio fue la que se encuentra en el rango de los 5 a 17 años de edad que, durante el cuarto trimestre de 2022, participó en una o más de las siguientes actividades: a) Peores formas de trabajo infantil (trabajo peligroso y otras formas). b) Empleo por debajo de la edad mínima. c) Servicios domésticos no remunerados de carácter peligroso.
De este estudio se desprende que es necesario que las autoridades estatales pongan más atención al trabajo entre los menores de edad, y que deben implementarse políticas públicas tendientes no sólo a analizar las problemáticas, condiciones y necesidades familiares, sino a rescatar a niños y adolescentes de trabajos de alto riesgo y, sobre todo, que los menores vuelvan a las escuelas a fin de forjarse un mejor presente y destino.